Esta multinominada película a los Oscar del 2008 podría perfectamente haberse titulado la calumnia o, si lo prefieren más claro, los peligros que se derivan de los rumores, de levantar sospechas sobre la reputación de una persona
Estamos en el año 1964. La estricta hermana Alosyus Beauvier (Meryl Street) dirige con mano férrea un colegio católico que ha admitido a su primer alumno negro, un niño llamado Donald. La religiosa es muy susceptible ante todos aquellos que no se comportan con su misma frialdad. En este contexto indica a su subalterna, la candida y bondadosa hermana James (Amy Adams), que le informe de cualquier detalle extraño que observeLo que conduce a la joven hermana a vivir en una actitud de perpetua desconfianza y a denunciar la singular atención que el sacerdote Brendan Flynn (Philip Seymour Hoffman) dedica al nuevo alumno de color
El director de esta película, John Patrick Shanley, ha manifestado que nunca ha pretendido hacer alusión a las denuncias de pederastia sobre sacerdotes ocurridos en Estados Unidos sino, simplemente, incidir en las consecuencias derivadas de la sospechaY, personalmente, creo que este intenso drama (trasladado de los escenarios teatrales a la gran pantalla) lo deja bien claroaunque se mueva en un terreno realmente resbaladizo y critique, de forma velada, lo que los progresistas definirían como falta de actitud de apertura en el seno de la Iglesia católica.
Pero a pesar de esta precisión, La duda cuenta con grandes aciertos: un guión que mantiene el suspense hasta el final y cuya acción es muy significativo que la sitúe en el año 1964 (cuando se luchaba por la igualdad de derechos civiles en EEUU). Igualmente resultan geniales las breves pero profundas homilías que el padre Flynn expone ante su comunidad y, como se puede presuponer, las interpretaciones de los principales personajes son realmente convincentes (están todos magníficos, incluso Amy Adams (en un registro muy diferente al de la princesa cursi de Encantada de la factoría Disney)
Así que este drama de argumento tan complicado no es una crítica a la Iglesia católica sino más bien a aquellos individuos que siembra el germen de la maledicencia a su alrededorLes recuerdo que un argumento similar, pero que tenía lugar en un colegio laico, fue abordado por la escritora norteamericana Lilian Hellman en su obra teatral La calumnia llevada al cine en dos ocasiones por el director William Wyler.
Para: Los aficionados a los dramas muy intensos