Una cosa es lo previsto y otra que las cosas salgan como a uno le gustaría para que se cumpla lo previsto. Es, más o menos, lo que ha señalado este miércoles el banco holandés ING Group. Quiere reembolsar antes del plazo previsto las ayudas públicas recibidas aún pendientes, pero no lo hará sin saber antes el resultado de los test de solvencia del Banco Central Europeo (BCE). No sería en ningún caso, por tanto, antes de noviembre: el BCE dará a conocer los resultados a finales de octubre y el grupo holandés debe devolver en mayo los 1.025 millones de euros que aún adeuda al Estado. Como se sabe, ING recibió 10.000 millones en 2008 y ya ha devuelto casi todo.
ING ha dado a conocer sus resultados del segundo trimestre. El beneficio neto ha sido de 1.067 millones de euros, un 19,2% más, con una mejora del 6,5% en ingresos subyacentes, hasta 6.693 millones. A pesar de ello, en el conjunto del semestre, la pérdida es de 851 millones de euros, frente a los 2.791 millones de los seis primeros meses de 2013, un 70% menos. Sin tener en cuenta elementos extraordinarios, el resultado subyacente de ING Group entre enero y junio alcanzó los 2.169 millones, un 4,7% más.
Mariano Tomás
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