Los líderes hispanos crean la Comunidad de América Latina y el Caribe, orillando a la Comunidad Iberoamericana de Naciones

 

Ha nacido la Comunidad de ALCA y el Caribe: el brasileño Lula da Silva y el mexicano Felipe Calderón, la chilena Bachelet, Cristina Fernández de Kirchner -conocida como la Barbie venenosa por el empresario español- etc., felices, sonreían a los fotógrafos tras haberle liberado del yugo norteamericano y del yugo colonial español. En definitiva, América latina sustituía a la Comunidad Iberoamericana de Naciones, que iba desde Río Grande a Tierra de Fuego, expulsando a España y Portugal de su seno. Y también sustituía a ALCA o unión panamericana, desde Alaska a la Patagonia.

Todos menos el venezolano Hugo Chávez y el colombiano Álvaro Uribe. El segundo calificó al primero de poco varón y el primero envío al segundo a su lugar de vacaciones favorito: al carajo.

Pero lo importante es que Iberoamérica expulsa de su seno a la madre patria y el gigante del norte. España aportó la fe, la lengua y el mestizaje, Estados Unidos podría aportar riqueza y cierto anclaje democrático, del que el subcontinente anda bastante necesitado. En cualquier caso, la nueva unidad supranacional no es una buena cosa para España. Ahora hay que ver lo que sale de la mezcla entre una Hispanoamérica en alza y el indigenismo bolivariano. Uno de los dos, en beneficio de un régimen de libertades o de una dictadura, tendrá que imponerse al otro.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com