Hay que terminar con el PER de Andalucía y Extremadura porque eso sólo crea vagos…

Tengo 62 años, nací en Antequera (Málaga), recuerdo allá por los años 1957 al 1960 en las puertas del mercado de abastos de Antequera, muy de mañana, cuando aún no había despuntado el sol, y aparcados alrededor del edificio se encontraban varios camiones de distintos tamaños, de cada uno de esos camiones bajaba un capataz de los correspondientes cortijos y dirigiéndose a cientos de hombres que allí estaban, pasando frío, empezaban señalando: tú, tú, y tú y así, cada capataz escogía a los hombres que necesitaban para trabajar una jornada en el cortijo correspondiente.

Los escogidos montaban en lo alto del camión, como si fueran ganado, y se los llevaban a trabajar de sol a sol por un sueldo de miseria, algunos de aquellos jornaleros llevaban algo de comida, otros sólo un trozo de tocino y un cacho de pan y algunos no llevaban nada para comer.

Aquel día mi padre tuvo suerte y fue uno de los escogidos para trabajar; aquel día mi padre era uno de los que no llevaba nada para comer pero tuvo suerte, ya que esa noche él, mi madre, y nosotros, sus hijos, cenaríamos, y muchos de los que no fueron escogidos para echar una jornada de trabajo, y sus familias, no tendrían para comer. Lo sé porque muchos días a mi padre no le cogían para trabajar, y recuerdo a mis hermanos más pequeños como lloraban, porque en casa no había nada para comer.

Muchísimas fueron las noches que mi memoria mantiene el recuerdo del hambre física, esa era la situación de hambre y miseria de muchísimas familias en toda Andalucía de aquellos años, mientras un diez por ciento de la población era dueña de la riqueza, con el sistema del latifundio, el resto lo pasaba muy mal, así que la única salida fue la emigración, unos a Alemania, otros a Francia, Suiza, a Madrid, Catalunya, etc. Mis padres mis hermanos y yo emigramos a Lleida, donde inmediatamente tuvimos un techo y trabajo, desde entonces, octubre de 1960, ya nunca más nos acostamos sin cenar.

Hoy día, con la que esta cayendo, Andalucía sigue en manos de los latifundistas, el paro junto a canarias supera el treinta por ciento. Señor de Sacyr, ¿si a todas esas personas que cobran los 400 euros del PER se lo quitaran, ¿que tendrían que hacer para comer? Porque ahora ni siquiera tienen la oportunidad de emigrar ya que no hay trabajo en ninguna parte.

Pero a esta gente o gentecilla ¿eso les importa? Yo creo que no, que estamos invadidos por un neo-liberalismo indecente al que se le tiene que combatir con ideas más humanas.