Consta de 200 folios y afirma que se vulneraron sus derechos fundamentalesEl exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón no se resigna. Ha presentado este míércoles ante el Tribunal Constitucional un recurso de amparo contra la sentencia del Supremo que le condenó a 11 años de inhabilitación por el caso de las escuchas en el caso Gürtel. Garzón señala en su recurso que el Tribunal Supremo "vulneró gravísimamente sus derechos fundamentales". Resulta irónico este argumento por tratarse de un caso en el que los derechos fundamentales de los acusados a los que juzgaba fueron violados, como señaló la sentencia que inhabilitaba al juez: donde se señalaba que el hecho de poner escuchas mientras hablaban con sus abogados suponía una "drástica e injustificada reducción del derecho de defensa" y situó "todo el proceso penal español (...) al nivel de sistemas políticos y procesales característicos de tiempos ya superados (...) admitiendo prácticas que en los tiempos actuales solo se encuentran en los régimenes totalitarios en los que todo se considera válido para obtener la información que interesa".
En su recurso, de más de 200 folios, la defensa de Garzón señala sin embargo que la condena por prevaricación que el Tribunal Supremo le impuso "pone incluso en peligro la independencia judicial que garantiza la Constitución". Añade también que la decisión es "gravísimamente inconstitucional en términos hasta ahora desconocidos en nuestro Estado democrático" y sostiene que ha sido condenado por un delito, el de las escuchas telefónicas a los abogados,  que no existe en las leyes de nuestro país y que tampoco está regulado en Europa, en cuanto que le condena por "un delito que no existe en las leyes españolas". A su entender, la cuestión de las escuchas telefónicas está pendiente de la aprobación de una ley que las regule, y que correesponería al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Llega incluso mucho más lejos al afirmar que "se ha exigido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y que todavía no existe". En su defensa manifiesta que el Supremo le condenó por estar en contra de los criterios particulares del alto tribunal y 'confeccionaron a la medida del juez ' el delito de prevaricación por el que fue desposeído de su cargo de juez. Como se recordará, Baltasar fue absuelto del delito de cohecho en el caso de las subvenciones a las conferencias en Nueva York porque el delito había prescrito. El juez también fue absuelto en el caso de la Memoria Histórica. Tuvo la suerte, al menos de ser inhabilitado en el caso  más glamouroso de los tres por los cuales se sentó en el banquillo, sujeto a posibles interpretaciones políticas, como así ocurrió.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com