Mantendrá la inversión en Repsol y Sacyr, especialmente en la primera, donde tiene minusvalías. No se detendrá la expansión en el negocio tradicional
A José María Ramírez Pomatta no le molesta que su sucesor en la Presidencia de la Mutua, Ignacio Garralda, haya paralizado su red de inversiones industriales y algunos de sus patrocinios deportivos. Es consciente de que los tiempos no están para alegrías inversoras. Además, sabe que Garralda piensa continuar con su plan de expansión en el negocio que les es propio, el seguro de coches.
Es más, Garralda no piensa desinvertir en algunas compañías clave de la cartera de Mutua, como pueden ser Repsol (2%) o Sacyr (5%), entre otras cosas porque vender Repsol supondría cerrar con minusvalía.
No, lo que no soporta Pomatta, muy delicado de salud, es que Garralda haya paralizado su sueño de la Ciudad sanitaria y de investigación que pensaba instalar en Boadilla del Monte (localidad dormitorio de Madrid) y que podría salir por los 600 millones de euros de inversión. Es más, la idea de Garralda es que hasta que la rama de seguros sanitarios de Mutua no alcance una masa crítica de clientes de salud para construir hospitales.