El consejero delegado de Iberdrola, y en un mes presidente, Ignacio S. Galán cobró en 2005, entre retribución fija y variable, 2 millones de euros. El presidente saliente, Íñigo Oriol salió, por los mismos conceptos, por 2,4 millones. En el caso de Galán el salario fijo es de 1 millón de euros anuales.
Como pauta de comparación, recordemos que el consejero delegado de SCH, Alfredo Sáenz salió por los 76 millones de euros mientras el presidente del BBVA, Francisco González, por 4,1 millones, es decir, casi las retribuciones conjuntas de Oriol y Galán.
Hasta aquí lo que han comunicado a Hispanidad en la propia Iberdrola. Pero la memoria de Buen Gobierno corporativo aporta otros datos igualmente sustanciosos sobre los emolumentos de consejeros y directivos. Así, la retribución de los 19 consejeros de la firma, en la que sólo hay dos ejecutivo, es decir, los mencionados Oriol y Galán, salió por 8,1 millones de euros. Se da la circunstancia de que los consejeros independientes (es decir, los que más dependen del presidente que les nombra) se llevaron 2,2 millones, mientras que los dominicales salían por 654.000 euros.
Pero las retribuciones percibidas por los consejeros, -insistimos, no ejecutivos- no se quedan ahí. Así, por ejemplo, se han repartido 3,7 billones en atenciones estatutarias, es decir, en participación en los beneficios que, esto es lo más grave, en esta partida se detraen del dividendo repartido entre los accionistas. Además se ha repartido otro millón de euros en Dietas y Otros Ingresos.
Y la cosa no acaba ahí. Poseen seguros de vida por 1,4 millones de euros con cargo a la compañía, así como otro millón en concepto de garantía de la empresa con los vocales, principalmente, fondo de pensiones.