El nuevo muro de Berlín que ha construido el Eurogrupo alrededor de Grecia para impedir su hundimiento y que ha encabezado Alemania -de ahí el nombre- no se sabe cuánto aguantará.
Aunque la ministra de Economía Elena Salgado ha hablado de que el acuerdo alcanzado será "una barrera que previene el contagio", así como "un muro muy fuerte y muy grueso", además de un "aviso" a las agencias de 'rating', no parece que éstas se hayan sentido muy aludidas por esta alusión.
Aunque "ya no vamos a considerar vuestra opinión como la única opinión que tenemos que tener en cuenta", tal y como ha manifestado la vicepresidenta, lo que está claro es que quizás los mercados sí que les hacen todavía mucho caso. Por eso, el anuncio de la agencia de rating Fitch de que pretende rebajar la nota de solvencia de Grecia cuando se produzca el canje de títulos previsto en el acuerdo de Bruselas no ha sido bien acogido.
Según Fitch, el nuevo rescate a Grecia sería "un impago restringido" y ha decidido situar la calificación de impago por la implicación de las instituciones bancarias privadas, pero puntualiza que esa medición puede ser levantada una vez que Grecia emita nuevos bonos a los bancos. Además, también avisa que puede haber nuevas situaciones de volatilidad. Así que el muro parece una nueva batalla de las Termópilas. Esperemos que la resistencia ante los embates de las agencias y los mercados sea suficientemente larga como para reunir fuerzas y poder vencerlos. Si no, dentro de poco, habrá nuevos maremotos en las economías europeas.
Andrés Velázquez
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