En la mañana de este miércoles se celebraba en la sede del Ministerio de Economía y Hacienda un seminario sobre la iniciativa de conversión de deuda por educación. Inauguraba el Secretario General de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias; la Secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín; y el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Todos ellos rodeados de representantes de los países miembros del Club de Países de acreedores y de algunos de los países endeudados.
Todos han aplaudido -como no podía ser de otra manera- la iniciativa gubernamental que permitirá empujar el desarrollo económico en la zona. Iglesias ha cuantificado incluso el impacto de elevar un año la formación del país en la mejora del 0,46% en el PIB de los años siguientes. En la misma línea, Pajín ha destacado que se trata de una inversión, no de un gasto.
De momento, la inversión asciende a 360 millones de euros. Durante el 2005 ya se ha convertido en educación la deuda de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Ecuador. En 2006 está previsto lo propio en Bolivia, Perú y Argentina, según ha informado Vegara. Ha llamado la atención que Pajín no estuviera informada de estos detalles y se mostrara sorprendida porque se hubiera elegido a Argentina como país prioritario para una política de este estilo. A nosotros también nos sorprende después de que Argentina tuviera el gesto de devolver sus deudas con el FMI. La medida apuntala la tesis de que Argentina pagó al FMI, pero no pagará nada más.
Por otra parte, Pajín animó a los representantes del Banco Mundial y del FMI a que sumen a este proyecto iniciado por el Gobierno Zapatero. Cuanto mayor sea que el monto, mayor será el impacto de estas medidas, señaló. Finalmente, Vegara destacó la necesidad de que los países beneficiados emprendan reformas institucionales: mejora en el control de la gestión gubernamental, autonomía de los bancos centrales, recorte de la deuda pública, reformas en el sistema financiero, mejora en la gestión de los recursos naturales y liberalización comercial. Si no hacemos estas reformas, no habremos solucionado el problema, porque el endeudamiento es el resultado de debilidades subyacentes, apuntó el Secretario de Estado de Economía.