El Gobierno catalán aprobó a finales de año sus presupuestos autonómicos y me ha sorprendido el trato, o, mejor dicho, maltrato, que una vez más se da a Barcelona.
En los últimos años, los barceloneses estamos pagando el 80% de los impuestos de Cataluña pero apenas recibimos el 65% de las inversiones. Año tras año es un 15% de déficit fiscal que son miles de millones recaudados en Barcelona que no se invierten en nuestra provincia sino que van a parar a Tarragona, Lérida y Gerona.
Barcelona es el territorio que crea con diferencia más riqueza de Cataluña y necesita inversiones y un trato fiscal justo y ese 15% de solidaridad fiscal obligada con el resto de Cataluña es excesivo.
A este paso, a los barceloneses nos va a salir a cuenta independizarnos de Cataluña porque pagamos mucho y recibimos poco.
Manuel Fernández
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