Por fin un gobierno pone fin a la sangría que se estaba produciendo sobre nuestro suelo. Los constructores sabían que para obtener más suelo, bastaba con incendiar unas cuantas hectáreas porque inmediatamente serían recalificadas como urbanizables. Todo un incentivo para los pirómanos y los constructores desalmados. Pero eso se acabó, La nueva Ley de montes en la que trabaja el Ministerio de Medio Ambiente contempla que el suelo incendiado no pueda ser recalificable en 30 años. Demasiada espera.
Además, se modificará el código penal y se contratará personal especializado en el Ministerio de Justicia para perseguir eficazmente las infracciones medioambientales. Incluso se nombrará un fiscal especial que vigile nuestro patrimonio natural. De momento, la ministra se encuentra negociando con las CCAA y el proyecto será presentado acompañando al plan de prevención de incendios forestales.