Semana solidaria del Santander: camisetas a 5 euros con la leyenda "Yo soy solidario. Yo soy Santander" y sandías en forma de llama sobre plato blanco

 

Gran fiesta, por supuesto solidaria, en la Ciudad Santander, sede corporativa del banco de Botín ubicada en Boadilla del Monte, en las afueras de Madrid. Todo es rojo hasta donde alcanza la vista, rojo sobre blanco, como la llama misma del logotipo de la entidad que preside don Emilio.

Se venden camisetas a 5 euros con la leyenda "Yo soy solidario. Yo soy Santander"; la recaudación se donará a ONGs. El banco pone el coste de la fabricación de las camisetas y, de paso, aprovecha para captar nuevos cuentacorrientistas y anima a ceder un euro del propio sueldo.

Más útil sería lo que practican otras empresas, como Unión Fenosa: el trabajador que lo desee dona un día de su sueldo al año y la empresa se compromete a aportar la misma masa de dinero que haya drenado a los trabajadores. Y es la plantilla quien elige el proyecto solidario al que se destina ese dinero.

Pero la borrachera corporativa va mucho más allá. Por ejemplo, el postre del comedor de la empresa es rojo sobre blanco: fresas con nata. La tarta del bufete exhibe el logotipo de don Emilio y la llama también aparece formada con canela sobre las natillas. Ni la modesta sandía se ha librado del ataque corporativo, cortada en cuña en forma de llama sobre un plato, naturalmente, blanco. Todos somos Santander.