El Parlamento Europeo condena a Polonia por homofobia. El siguiente paso es condenar a la Iglesia

El Parlamento Europeo (ver Agencia AICA) ha condenado a Polonia por homófoba, dado que este país se niega a que se enseñe a sus escolares que la homosexualidad es algo bonísimo, una libre opción homosexual. Polonia, en cuyo Ejecutivo figura el único partido cristiano que gobierna, aunque en coalición, en la Unión Europea, la Liga de las Familias Polacas, y su Gobierno reclama la soberanía moral en un continente que no sólo ha olvidado sus raíces cristianas, sino que pretende destruirlas.

De cualquier forma, el siguiente objetivo no es Polonia, sino el Vaticano. Llevar a la Iglesia ante los tribunales comunitarios –o ante las instituciones políticas, que a estos efectos es lo mismo- para condenarla por homofobia.

Así se impone la dictadura gay, con los pasos conocidos en el asunto del aborto: primero aborto libre, luego aborto promovido y financiado, finalmente, aborto obligatorio. Primero se pide respeto para la homosexualidad, confundiendo siempre entre el respeto a los homosexuales y el respeto a la homosexualidad. Este punto es importantísimo, porque los gays deben ser respetados en cuanto personas, pero la homosexualidad no debe ser respetada en modo alguno. Se respeta a los pobres, pero no la pobreza. Y a los sidosos, pero no al SIDA, al enfermo, que no a la enfermedad.

En una segunda etapa, se exige la financiación pública de la promoción homosexual –por ejemplo, la que realizan los populares Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre –mucho más la segunda que el primero- y finalmente, se implanta la homosexualidad obligatoria, censurando hasta la mera libertad de expresión, es decir, la opinión contraria.

Son los tres pasos de la moderna dictadura del pensamiento, donde los verdugos se disfrazan de víctimas. Ahora mismo, el lobby rosa constituye el principal peligro de degeneración democrática que existe en Occidente.

Por cierto, publicamos hoy una espléndida carta de una lectora en la que se relata cómo el Gobierno alemán chantajea al nicaragüense: si quiere dinero para progresar, debe legalizar el aborto. Así es justamente, como funciona Occidente y, sobre todo, como funciona Naciones Unidas, financiada por Occidente. En breve, se condicionará toda ayuda a la pobreza a la legalización del gaymonio. Al tiempo.