• El paro ya no sólo es una cuestión de Occidente: en 2013 alcanzaremos los 202 millones de personas sin trabajo en todo el mundo.
  • El tercer mundo, hasta ahora, era el subempleo.
  • De hecho, la OIT alerta de que en los países que consiguen evitar el incremento del paro los trabajadores viven por debajo del umbral de pobreza o muy cerca de él.
  • La OIT sobre las políticas llevadas a cabo, que han lastrado los salarios y mermado la capacidad de consumo.
  • La austeridad, según Raymond Torres, director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT, no sólo no es la solución, sino que es contraproducente.
  • El informe recomienda mayor consumo público y mayores inversiones privadas. Ponen como ejemplo países como Uruguay y Austria.

Las previsiones más catastrofistas sobre la caída de la necesidad de mano de obra en todo el mundo, se están cumpliendo. El último informe de la OIT sobre las cifras y previsiones de desempleo en nuestro planeta alertan de un incremento brutal en la cifra de parados.

La tecnología sigue evolucionando, independientemente del número de personas que intervengan en los procesos de producción, y ello lo demuestra el aumento de la producción para el periodo 2013-2014. Así, el informe de la OIT señala que "a pesar de un repunte moderado en el crecimiento de la producción previsto para 2013-2014, se estima que la tasa de desempleo experimentará un nuevo incremento y que el número de desempleados en el mundo aumentará de 5,1 millones en 2013, hasta llegar a más de 202 millones en 2013 y otros 3 millones en 2014".

Hay datos muy preocupantes. El informe alerta de que en las regiones donde se ha logrado evitar el aumento del desempleo, las condiciones de trabajo han dejado mucho que desear. Así, según la OIT, "estas zonas han experimentado un deterioro en la calidad del empleo, en la medida que el empleo vulnerable y en número de trabajadores que viven por debajo o muy cerca de la línea de la pobreza aumentaron".

El informe culpa en parte de la situación actual a los responsables de la políticas monetarias y fiscales adoptadas en distintos países, así como a los problemas de la deuda soberana en la zona euro. 

"La indecisión de los responsables de la formulación de políticas en diversos países ha generado incertidumbre sobre las condiciones futuras y reforzado las tendencias de las empresas a aumentar los excedentes de efectivo o pagar dividendos antes que expandir su capacidad y contratar nuevos trabajadores", señalan.

Los problemas que conllevan las políticas de austeridad

Según el informe de la OIT, el aumento del desempleo ha lastrado los salarios reales en las economías avanzadas, al incrementar la presión por el crecimiento de los ingresos, ante la bajada del consumo privado, que no puede contribuir, ya muy mermado, al crecimiento económico. Recomiendan que las fuentes de crecimiento sean complementados por otras áreas, con mayores inversiones privadas y también del consumo público, en los países que se lo puedan permitir.

El informe señala que habría que crear 50 millones de empleos para volver a la situación anterior a la crisis, pero la duras reformas laborales amenazan la situación de una verdadera recuperación de empleos. "El apoyo a los bancos y al sector económico conlleva un gran gasto público. En respuesta los gobiernos, en particular en las zonas avanzadas han aplicado medidas de austeridad fiscal y duras reformas laborales. Ello ha perjudicado al mercado laboral. Apenas ha reducido el déficit fiscal y ha aumentado el descontento social. Europa podría estar pronto en recesión".

Según Raymond Torres, director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT. "La austeridad en sí no es la solución. Es contraproducente. En lugar de promover el empleo y el desarrollo reduce la confianza y el crecimiento. En lugar de disminuir el déficit, lo mantiene elevado. Es necesaria una estrategia de crecimiento y empleo".

Pone como ejemplo, Torres, a países como Austria, Australia y Uruguay". La reforma fiscal de Uruguay  se centró en la creación de empleo, mejoró la calidad del mercado laboral. La oferta de empleos, según informa la OIT, es superior a la demanda.  Raymond Torres señala que "el déficit laboral es superior al fiscal y el descontento social aumenta al no haber suficiente trabajo". Así, para la OIT, la promoción del empleo redunda en una mejora de la economía.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com