El presidente y propietario de Mercadona (57.000 empleos), Juan Roig, se sitúa frente a la política de moderación salarial de PSOE y PP. Con cargo a los beneficios 2006, repartió 167 millones de euros entre la plantilla, frente a una beneficio neto de 242 millones. Una de cada 10 trabajadoras de Mercadona (3.600) dio a luz en 2006, y se acogió al mes extra que paga la empresa. Todos los puestos de trabajo son fijos, no se trabaja en domingo... y la productividad creció un 9%.
Vamos a intentar resumir lo que podríamos llamar el círculo virtuoso de la gestión empresarial con un caso concreto: el de Supermercados Mercadona. Veamos: 1.050 tiendas, 57.000 empleados (3.400 nuevos en 2006). Toda la plantilla entra con contrato indefinido desde el primer día. El salario mínimo es de 950 euros netos al mes. No se trabaja en domingo, con la única excepción de que se produzcan tres días de fiesta continuos, el horario es siempre continuo (sea de mañana o de tarde) y los trabajadores saben desde el 1 de enero cuál va a ser su horario a lo largo del año y cuáles sus vacaciones. La empresa tiene como objetivo prioritario que los trabajadores vivan a menos de 15 minutos del centro de trabajo y, desde el pasado año, la empresa paga un mes más de baja maternal, que se une a los cuatro de la Seguridad Social. En 2006 una de cada diez trabajadoras de Mercadona (3.600) dio a luz y todas ellas se acogieron a la mencionada bonificación.
Además, como 2006 fue un buen año, la empresa ha repartido 167 millones de euros como primas a los trabajadores. Así, el beneficio bruto -529 millones de euros- se repartió de este modo: 242 millones de beneficio neto, 167 en primas a los trabajadores (esta cantidad viene a significar entre 1,5 y 2,5 pagas extras) y los 120 restantes para impuestos.
Pues bien, con todo ello, lo más importante es que la productividad por trabajador se disparó desde los 184.000 a los 206.000 euros (facturación neta por empleado), es decir, un crecimiento del 9%
Toda esta política ratifica la opinión de Roig: "Lo importante no es la moderación salarial, sino la productividad… se puede aumentar los salarios siempre que aumente la productividad".
El modelo Mercadona contrasta con el discurso económico imperante, del que participa la practica totalidad de las fuerzas políticas españolas y, especialmente, los dos partidos mayoritarios, el PSOE y el PP. De la misma forma, el Banco de España no deja de clamar contra las subidas salariales, y hasta los propios sindicatos aceptan subidas salariales según el IPC, a pesar de los bajos sueldos en España. Por último, el modelo Mercadona también se opone a la política habitual en el sector distribución y, especialmente, en las grandes superficies, cuya principal reivindicación es la apertura en domingos y festivos.
Por lo demás, la clave de la gestión de Mercadona está en los proveedores y en asegurarles facturación a largo plazo a cambio de mayor calidad y menor precio. Eso y el pronto pago. Joan Roig afirma que en 2007 Mercadona ya cumplirá el 100% con la normativa vigente (que casi nadie cumple), al pasar de pagos a 80 días a pagos a 65.
Por cierto, Roig no se salva del drama de todas las sociedades familiares: la sucesión. A pregunta de Hispanidad, el propietario de Mercadona afirma que lo tiene planificado, pero no nos cuenta cómo. Su esposa y sus cuatro hijas son accionistas de la sociedad, pero ninguna se ha dedicado a la gestión