El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está que echa las muelas. La normativa sobre nombramiento de alto cargos judiciales ha sido calificada como "herida de muerte". Para el vocal "conservador", Adolfo Prego, esta medida se produce ante nombramientos que no son de acomodo del partido en el Gobierno. "El CGPJ no tiene por qué acomodarse a los gustos del Gobierno", señala Prego que recuerda el artículo 122 de nuestra Carta Magna, que regula el funcionamiento independiente del CGPJ. "Precisamente, por eso, la previsión constitucional es que los mandatos del Consejo sean de cinco años, para que no coincidan con los plazos parlamentarios".
Para el vocal José Luis Requero, el proyecto socialista forma parte de su "tradición" de tratar de controlar la justicia: "Lo hicieron en 1985 con la Ley de Organización del Poder Judicial. Entonces tardaron tres años, pero ahora se han dado más prisa", sostiene. En su opinión, la mayoría de 3/5 exigida para los nombramientos del Tribunal Constitucional "no es aleatoria". A su juicio, responde a la previsión de una exigencia reforzada para órganos que a su vez van a constituir otros órganos.
Más directo estuvo Prego : "Hay una trampa muy infantil en los 3/5 famosos. Como el Gobierno sabe que hay cosas que no puede hacer, cambia las normas a mitad del mandato del actual Consejo, que es algo así como estrechar la propia portería cuando se va perdiendo el partido". Y es que la actual composición del Consejo fue compuesta por una relación parlamentaria legítimamente constituida. Ahora la relación es diferente y el PSOE no quiere esperar los dos años de mandato del actual Consejo, por lo que opta por modificar la relación de fuerzas a mitad de mandato. Todo un atropello a la seguridad jurídica y a la independencia judicial.