"Los expertos de Sanidad son quienes determinan la educación sexual de los jóvenes y no los padres", con semejante aberración intenta justificar la Consejería de Educación de la Generalitat, que pilota Ernest Maragall, la distribución 400.000 reproducciones de un panfleto entre chavales de 10 a 16 años, sobre masturbación. En estos impresos, repartidos en los colegios sin el beneplácito de los progenitores, se puede ojear que la pasión carnal se rebulle "según tus gustos y preferencias, también explorando tu cuerpo, tocándote y dándote placer o gusto a través de la masturbación". Algunas agrupaciones de papás se han erigido en defensores de este atropello y han enviado sus iras a la consejería de Educación, por esta edición panfletaria que no ha contado con su aprobación. Y es que la responsabilidad sexual incumbe a los padres: ellos instruyen a sus primogénitos en la educación sexual. El presidente de Fapel, Antonio Arasanz, ha requerido, al consejero de Educación, la inmediata retirada de los panfletos porque "no hablan de valores, de confianza ni de familia, sino sólo de sexo, sin tener en cuenta a la familia". La Conferencia Episcopal Tarraconense califica de "inaceptables" las guías sexuales de la Generalitat, encaminadas a los niños y adolescentes porque "superan las competencias propias del poder político". Estos epítomes son un fiero zarandeo emocional de las indefensas criaturas. Clemente Ferrer Roselló clementeferrer@yahoo.es