Sr. Director:
Lo que manifiesta María Pardo son verdades como puños.Realmente está llegando la situación política a un extremo casi kafkiano en donde la clase política nos quiere convencer de que su forma de proceder es "normal".
Llegan al poder individuos que en la vida laboral nunca han trabajado en serio, ya que muchos de ellos son funcionarios "liberados" sindicales, vividores del cuento. Trepas que a golpe de lamer a sus jefes el pompis, se hacen un nombre. Ha desaparecido de ellos lo más elemental que debe tener un servidor público: la ética -y también la estética-. Establecen pactos antinatura para afincarse en el poder. Se suben los sueldos a costa de los contribuyentes. Y buscan en la demagogia el voto, manteniendo a la gran masa del pueblo en una semi-penumbra educativa constante, consolidando un sistema de instrucción pública de bajo nivel de exigencia, con lo que siempre tendrán asegurado el voto, por medio de la ignorancia popular.
Ellos sin embargo, enviarán a sus hijos a estudiar a universidades privadas y del extranjero !no faltaba más¡ y de esa manera el nepotismo se institucionaliza. Y cuando alguien proteste, denunciándolos, lo acusarán de fascista, evidentemente. Y punto final. Muchas gracias María Pardo.
Jorge Garbay
garrotxa1409@hotmail.com