En las afueras de Madrid, con todo sigilo, tanto que Telefónica se ha negado a hacer comentarios sobre la misma. Dos días duró la reunión -la pasada semana- entre los equipos directivos de Telefónica, capitaneados por César Alierta y Julio Linares, y de Telecom Italia, con Franco Bernabé a la cabeza. Cuando el encuentro, mañana del martes ha trascendido a la Citi madrileña, todos se han formulado la misma pregunta: ¿Se trataba de pactar el siempre aplazado aumento de participación de la empresa española en la italiana? Actualmente, Telefónica tiene un 8% de las acciones y un 10% de derechos políticos, dentro de la plataforma Telecom, que posee un 24% y donde participan tres socios italianos, las mismas plataformas que apoya al CEO Bernabé.
Sin embargo, no se habló de dicho aumento, sino del plan industrial conjunto que en su día abordaron ambas corporaciones y que se había quedado en mantillas. El seminario sirvió para presentar a los directivos y técnicos de dicho plan encargado de implementar lo.
Las resistencias italianas a que Telefónica se haga con Telecom son muchas, pero el caso Endesa, en la que la gubernamental trasalpina ENEL se ha hecho con el control de la principal energética española ha anulado toda excusa al nacionalismo empresarial italiano, que empieza a resquebrajarse, aunque muy lentamente, con el caso Alitalia. En cualquier caso, la asimetría ENEL-Telefónica empieza resultar excesiva. Ahora, lo que se plantea, dentro de dicho plan, son inversiones conjuntas, eso sí, siempre que no provoque problemas de competencia.
El caso es que ambas compañías quisieron darle a la reunión el aroma de máximo nivel. La alianza Telefónica-Telecom también sueña con la incorporación de Portugal Telecom a la entente mediterránea, aunque, eso sí, manteniendo su independencia corporativa.
Eulogio López
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