A principios del mes de diciembre se votó en el Parlamento Europeo una resolución que promovía el aborto legal como medio para luchar contra el Sida. El Partido Popular Europeo (PPE) dio libertad de voto. Algunos miembros del PP español se ausentaron.
Esta situación contrasta con la del parlamentario italiano Magdi Allam, converso del Islam, y europarlamentario inscrito en el Grupo Popular. Como consecuencia de la renuncia a defender los principios no-negociables ha anunciado que abandona el grupo y se pasa al Grupo "Europa de la Libertad y la Democracia".
El europarlamentario ha declarado en una carta al director de Il Giornale que: "siendo coherente con mi fe cristiana y con los seculares valores no-negociables, abandono el Partido Popular Europeo (PPE) para unirme como independiente al Grupo "Europa de la Libertad y la Democracia" (EDF) en el seno del Parlamento Europeo."
Y justifica a continuación: "yo no podía continuar frustrándome por el cada vez más acentuado contraste entre mis convicciones y la posición pública de libertad de voto del PPE sobre temas éticamente sensibles, en la centralidad del Euro con una perspectiva de la Europa de los banqueros, la legitimación primero de regímenes militares y después de los integristas islámicos a través de todo el Mediterráneo, terminando con la adhesión al PPE del Partido para la Justicia y el Desarrollo de Erdogán, que convirtiéndose de facto en el principal aliado para el ingreso de Turquía en la UE."
Sobre sus intenciones para el futuro ha dicho: "A partir de ahora, mi misión será contribuir a darle un alma a Europa".
Que así sea, Europa bien necesita un alma. Buena falta le hace una dosis de esperanza. Viva la gente valiente que sabe conservar los verdaderos valores en un mundo que a menudo se olvida de ellos.
Xus D Madrid