El presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, le apoya con una ceremonia "ecuménica”

Las dictaduras del S. XXI prohíben muy pocas cosas. Sus técnicas son más sutiles: por ejemplo, fomentar la división entre los enemigos, aunque sea a base de crear entidades fantasma. Es el caso de Hugo Chávez, que ahora quiere ser Papa. Al más puro estilo chino, el caudillo bolivariano se ha sacado de la manga una iglesia paralela financiada por la petrolera estatal, PDVSA.

A esta mala copia de la Iglesia Católica, se ha unido Fernando Lugo, un ex obispo Católico que abandonó la Iglesia para iniciar una carrera política que culminó en la presidencia de Paraguay. Aunque no se le permite celebrar misa, el pasado 18 de junio en Caricuao, Lugo ofició un acto ecuménico en compañía de algunos sacerdotes anglicanos, así como un grupo de presbíteros afectos al chavismo, quienes viajaron esa semana a la capital para participar en la ceremonia patrocinados por PDVSA.