No es la primera chapuza. Y tampoco será la última. El INE tenía previsto ofrecer las cifras de paro del primer trimestre este viernes. Cuando tocaba. Pero héte aquí que, Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, a alguien del INE se le deslizó colgarla en la web. Un incidente informático, dicen desde el INE. Fue sólo un ratito, pero el suficiente para que los sabuesos periodistas de investigación captaran el descuido y sacaran la exclusiva.
Llueve sobre mojado. Este lunes estaba prevista la reunión del diálogo social y Trabajo desconvoca a los medios. No había previsto nada: ni logística ni contenido. Sindicatos y empresarios insistieron en reunirse. Ellos sí habían hecho los deberes. Y se reunieron. Aún así, todavía Chaves presume de que el Gobierno ha hecho una propuesta innovadora. Hay que fastidiarse.
Regresemos al dato: 20,05%. El primer trimestre registra 289.000 nuevos parados. Y eso que se estaba desacelerando la destrucción de empleo y que ya estábamos en la recuperación. El discurso oficial se da de bruces con la realidad. Así que el mismo Ocaña reconoce que el paro es el problema número uno; da igual si está ligeramente por encima o por debajo del 20%. Da igual, pero la cota psicológica, importa. Por su parte, Chaves considera que el mal dato es un techo y que la tendencia es de desaceleración del paro. Incluso se atreve a augurar que el próximo dato registrado será bueno.
Además, la Seguridad Social registra un superávit de 5.943,77 millones de euros en el primer trimestre. Números negros, pero un 27,95% menos negros. La razón hay que buscarla en las pensiones y prestaciones contributivas. O sea, el subsidio de desempleo. Lo que los cursis llaman estabilizadores automáticos. ¿La dolorosa? Nada menos que 21.488 millones de euros.