En la presentación del acto -organizado por CECE- su presidenta, Isabel Bazo, mostró el orgullo como españoles y como católicos de que Mons. Cañizares fuera nombrado prefecto del Culto Divino. Le agradeció los ánimos infundidos en los momentos duros. Siempre recordaré cómo me apelaba a David contra Goliat. Y es que D. Antonio ha sido y es un pastor que anima a luchar por los que queremos y por lo que queremos. Así que Bazo concluye: Es la hora del esfuerzo, de pastores que nos guíen con valentía y coherencia.
Por su parte, Mons. Cañizares agradeció la generosidad y magnanimidad de los asistentes y apeló al recuerdo de sus padres, que le enseñaron el sentimiento de la justicia, la libertad y la fe. Se congratuló de que España haya logrado el objetivo de la enseñanza universal pero manifestó el reto de educar íntegramente. Los sistemas educativos han fracasado. Y es que Mons. Cañizares muestra su preocupación por la quiebra moral y humana de nuestra sociedad. Se pretende elaborar una antropología relativista, un auténtico cáncer mortal. En su opinión, una educación que no responde a las preguntas básicas del hombre, no es educación ni forma personas.
En medio del debate del Supremo sobre EpC, D. Antonio insistió en defender el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas. Sin violentar la recta razón, el humanismo está vinculado a Cristo; no lo imponemos, pero lo proponemos a todos el mundo. Así que frente al relativismo, la Verdad, que va al centro de la persona. Y es que la verdad nos hace libres, no la libertad nos hace verdaderos", señala Mons. Cañizares en abierta crítica a Zapatero. Para la escuela católica, un mensaje. No tengáis miedo, no os echéis atrás, no ocultéis la luz cristiana. No hubo ni un sólo miembro de la FERE.