Miren ustedes por dónde: la agencia de riesgo Standard and Poor's (S&P) no le gustan los planes de ajuste de Italia, en algunos puntos más fuertes que las españolas, y ha decidido rebajar el riesgo crediticio del país trasalpino, lo que le sitúa al borde del abismo y su primer ministro, Silvio Berlusconi, al borde de la debacle.
La prima de riesgo italiana se disparó hasta rozar los 400 puntos básicos, lo que encarecerá el coste de la deuda italiana. La economía real al servicio de los mercados financieros... una vez más. De poco han servido las propuestas del Ejecutivo romano: frente a las tres agencias de riesgo, servidoras de la especulación financiera, nada se puede hacer.
Al mismo tiempo, otra de las agencias, Fitch, controlada por capital francés, asegura que está esperando la suspensión de pagos de Grecia aunque no su salida del euro. Eso es justamente lo que conviene a los especuladores: una quiebra controlada, es decir, pagada por el resto de socios de la eurozona... a favor de los especuladores que han extorsionado al Gobierno griego obligándole a emitir a tipos impagables.
Es bueno que Grecia quiebre si no puede pagar su deuda, pero no que el pago corra a cargo de los 16 países restantes miembros del euro. Para ser más exactos, de sus contribuyentes.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com