Sr. Director:
Al atraco de Argentina y Bolivia se añade un problema acaso más serio: estoy pensando en la debilidad de la Unión Europea, que todavía no ha respondido con la firmeza que se esperaba al desafío de la presidenta argentina, Cristina Fernández, de la que Evo Morales ha aprendido con rapidez.


En todo caso van a ser los propios argentinos y bolivianos los que, a medio plazo, sufran en sus carnes la desconfianza que sus respectivos gobiernos están generando, justo cuando más necesidad tienen de inversiones extranjeras. No obstante, no deja de ser más que significativa la falta de contundencia que la UE ha mostrado en este caso.

JD Mez Madrid