A pesar de que el 90% de la población brasileña está en contra, el Plenario del Tribunal Supremo brasileño debate esta semana una petición de "parto anticipatorio" para fetos anencefálicos. Una estrategia del lobby de la muerte financiado por la norteamericana Fundación Mc Arthur, que desprecia la vida que califica "infrahumana". Escribe a los jueces de la Corte Suprema manifestándoles tu opinión.

 

En junio de 2004, el Tribunal Supremo Federal de Brasilia recibió la Argumentación por Incumplimiento del Precepto Fundamental nº 54, dentro del protocolo disciplinario al amparo de la Ley 9882/1994. El Pleno de estos 11 magistrados, nombrados por el presidente, de carácter vitalicio y de sentencia inapelable, deberá decidir esta semana sobre la consideración del "parto anticipatorio" de los fetos anencefálicos como ajustado a derecho. La apelación argumenta que, según la Constitución brasileña (Inciso II, art.5), nadie puede ser obligado a hacer algo sino en virtud de la Ley.

 

Según su argumentación, el feto anencefálico no tiene vida al no tener actividad cerebral, por lo que su parto anticipado no podría considerarse aborto, penado en la legislación brasileña salvo casos de violación o peligro grave para la salud física de la madre. "No existe ninguna proximidad entre el parto anticipatorio y el aborto eugenésico", señala el abogado. Un argumento "comprado" por el relator de la sentencia del plenario, el "ministro" Marco Aurelio de Melo, que el pasado 17 de junio señalaba en su escrito que "el feto nunca podrá tomarse por un ser vivo. Eso nadie osa contestar, y si es así, la situación huye a la glosa propia del aborto".

 

Hombre, señor Melo, permítame contestar, aún a riesgo de parecer osado. Porque en la resolución 1480/97 del Consejo Federal de la Medicina de Brasil se define muerte como la parada total e irreversible de las funciones encefálicas y se establece como preceptivo la ausencia de actividad respiratoria sin auxilio de aparatos. O sea, señor Melo, no está muerto. A no ser que se le saque de su ámbito natural de desarrollo, en cuyo caso, devendrá la muerte inexorable. Del mismo modo que el enfermo morirá si no le proporcionamos los alimentos que necesita o la medicación que requiere. No existe diferencia entre matar y dejar morir, y usted lo sabe.

 

Con esta posición de partida deberá de debatir el Plenario. Basta con el plácet de 6 magistrados y, de momento, cuatro han expresado su posición favorable a permitir el eufemístico "parto anticipatorio". Puede escribir a los magistrados y sus asistentes en la lista de correos que facilitamos al final.

 

Obviamente, el debate no es sobre los fetos anencefálicos, sino sobre el mismo derecho al aborto. Dos de los tres médicos que firmaron un informe pericial ante el Supremo brasileño son conocidos doctores de la muerte intrauterina. Y aunque traten de disfrazar el muñeco vistiéndolo de filantropía, lo que se esconde detrás es la batalla por los eufemísticos "derechos reproductivos". Es decir, el aborto.

 

La presidenta de ANIS, Débora Diviz, insiste en el argumentario de no confundir el parto anticipado con el aborto. Pero investigando un poco podemos leer escritos suyos donde se habla de la necesidad de promocionar el aborto selectivo en el que los "encefálicos no son sino la muestra más evidente de la infrahumanidad del feto". Es decir, el argumento es eugenésico, no filantrópico. Hay fetos "infrahumanos" y después están las futuras "Déboras". Y la "filántropa" se cree en el derecho de decidir quién debe "devorar" a quién. Lo mismo que hacían los griegos con sus deficientes y los nazis con sus "infrahumanos". Muy progresista.

 

Y los disfraces valen para poco. ANIS se viste de organización especializada en el estudio de la bioética, aunque figura entre la Red Feminista de Salud y Derechos Reproductivos, aglutinando a 113 organizaciones. Pero la estrategia es la estrategia: perfil bajo ahora, legislación después, caso extremo entonces y permisividad social al final. El mismo recorrido que el realizado en España.

 

Más. Porque la tal Débora ha aprendido demasiado del camino de las sociedades occidentales. Sabe que la manera de promover el aborto en Brasil es por la vía de la salud psíquica de la madre, el agujero por el que se cuelan el 98% de los abortos en España.

 

Y lo más sangrante. Toda esta cultura de la muerte se financia con petrodólares. ANIS se ha financiado de la norteamericana Fundación Mc Arthur, que ha destinado más de 6 millones de dólares en los últimos 3 años a financiar a 38 organizaciones brasileñas pro-abortistas. Mc Arthur comenzó en 1978, ha realizado 16.000 donaciones repartidas por el mundo, especialmente en México, Brasil, India y Nigeria y su objetivo fundamental es la lucha por la defensa de los derechos reproductivos de la mujer. O sea, la promoción del aborto en los países pobres. Doctrina Kissinger: que se mueran los pobres y acabaremos con la pobreza.

 

Y la larga mano de Mc Arthur está también en esta demanda. Esta filantrópica organización norteamericana ha financiado con 72.000 dólares a una organización de Sao Paolo para "promover la discusión y demostrar, con base a sentencias judiciales previas, que se puede obtener decisiones de la justicia para interrumpir el embarazo en caso de serias anomalías del feto". Verde y en botella: Aborto eugenésico disfrazado de "parto anticipatorio".

 

Luis Losada Pescador