El PNV siente remordimiento de conciencia. Por eso todo el discurso de Aguirrechea se ha centrado en excusarse: se habría aprobado de todas maneras, con nosotros o sin nosotros, no hemos renunciado a nada, el texto ha sido mejorado. Bla, bla, bla. Dijimos que el texto tal y como entraba no lo aprobaríamos y no lo hemos hecho; es un texto diferente. Veamos. La diferencia estriba en que se regula la objeción de conciencia, se establece la información a los padres, se mejora la información a la madre y se solventan los conflictos competenciales. En realidad nada, porque el asunto de los padres tiene una excepción cuando las relaciones entre los padres y los hijos sean lamentables.
Además, Aguirrechea dispara afirmando que nadie parecía preocupado con las elevadas cifras de abortos, y nadie organizaba campañas de persecución en la calle o de excomunión en referencia a la advertencia de Martínez Camino y a los hombres anuncios con las caras de los diputados del PNV que han paseado por las calles de Madrid. Hay leyes similares a esta en otros países europeos de tradición cristiana. Y concluye que no es la ley que habrían querido los nacionalistas vascos. No sólo lo que yo quiera, sino lo que necesitamos. Todo eso después de afirmar que el debate de aborto sí, aborto no, ya está superado desde hace 25 años.
Desde la izquierda radical, la posición es clara: alegría y entusiasmo, sin renunciar a algunos temas. En primer lugar, alargar el plazo a las 22 semanas y sacar el aborto del 145 del Código Penal. Plena coincidencia en ERC e IU aunque Llamazares insiste en la gratuidad. Además, ERC se alegra de haber mejorado el texto en los mismos temas que señalaba PNV: objeción individual, anticonceptivos en la cartera de servicios, educación sexual y reproductiva para prevención y que sólo tuviera que ser un médico el que dictaminara cuándo se sitúa más allá de las 22 semanas. ¿Dónde están las mejoras Aguirrechea? Por lo demás, Tardá, eufórico, afirma que el lobo no era tan fiero como lo pintaban y felicita al PSOE por emprender una reforma estructural que forma parte del ADN del PSOE. Por su parte, Llamazares critica que la derecha que reclamaba la objeción de conciencia ahora la critique: Es que la objeción de conciencia es un arma de doble filo porque regula también la garantía de acceso al servicio.
Por su parte, CiU, a dos bandas. Cuatro diputados de Unió presentaron enmiendas y rechazaron el texto por entender que el derecho al aborto resulta inconstitucional: el Estado debe de proteger la vida, es un mandato del art. 15 de nuestra Constitución. Además, la diputada de Unió, Conchit Tarhueda, considera que la familia no es una unidad de prestación de servicios, sino una célula básica. Y por último una evidencia: el texto no ha sido mejorado y se trata de banalizar el aborto y de ausencia de respeto del artículo 15 de la Constitución.
Un discurso curiosamente coincidente con el de Rosa Díez que también considera que el Gobierno pretende banalizar el aborto. El aborto siempre es un drama, nunca un derecho; lo que debemos reglar es en que situaciones no es ilegal, no banalizarlo. No está mal. Además, Díez considera que 'de facto' estamos hablando de una ley de plazos hasta la semana 22, no 14 y recuerda que en Francia -a la que apelan los socialistas- hay más controles y garantías que en España.
Por su parte, Pigem (CiU) aplaude la reforma porque en su opinión, mejora la seguridad jurídica de las mujeres y los profesionales, apuesta por la prevención y poner fin -esperemos, dice- al abuso de la legislación con abortos en fases avanzadas. En su opinión, la ley ha sido mejorada en el trámite en los capítulos de objeción de conciencia, información de la mujer y asuntos competenciales.
Por último, Carlos Salvador (UPN) aventura que la nueva ley dará más inseguridad jurídica y censura que se obligue en las universidades a estudiar los métodos de aborto. Pero en lo que más sangre hizo y más comentarios levantó fue cuando comparó al PSC con su libertad de voto en el asunto taurino con la disciplina en este tema. ¿La vida de un animal es más valiosa que la de un ser humano? Las bancadas socialistas se incomodan. Aunque más incómodos se encuentran algunos diputados socialistas a los que se ha obligado a pasar por el aro.