El nuevo informe pericial ordenado por el Juzgado 35 de Madrid, no sólo ratifica las imputaciones anteriores contra el presidente de la CEOE y su socio, Gonzalo Pascual, sino que las amplía. El caso abre una nueva etapa, dado que ahora no sólo se investiga el destino del dinero público destinado a pagar pasivos de Aerolíneas sino el que el Gobierno Aznar pagó a Marsans para reflotar ARSA a través de un plan industrial, que como se demuestra no se cumplió, llevando a la aérea suramericana a la situación en que quedara hace ya un año, hasta el punto de obligar al gobierno de los Kirchner a pagar las nóminas.
Vuelco en el caso Aerolíneas Argentinas (ARSA), que se sigue contra los dueños de Marsans-Air Comet: el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el vicepresidente, Gonzalo Pascual recibieron del Estado español (Gobierno de José María Aznar) la compañía de bandera argentina, Aerolíneas-Austral por una peseta, además de 758 millones de dólares de dinero público español para reflotarla.
De ellos, 300 millones se destinaban al pago de deudas y el resto para reflotamiento (plan industrial, renovación de flota, etc.). Lo malo es que los propietarios de Marsans-Air Comet no emplearon dicho dinero, o al menos parte del mismo, en pagar deudas, sino en capitalizar su nueva propiedad, el remanente de las mismas, transformándolas así en acciones a su favor y por las que hoy encima pretenden cobrar. Todo ello sin que los responsables de la SEPI dijeran esta boca mía. El PSOE, denunció el posible fraude mientras estuvo en la oposición pero, al llegar al poder en 2004 se olvidó del asunto y, tras el apoyo sin fisuras hasta hoy- de Díaz Ferrán, aupado a la Presidencia de la patronal CEOE, a la política económica de Zapatero, guardó silencio sobre el escándalo Aerolíneas, o mejor, el escándalo Marsans.
Pues bien, los delitos por los que se imputa a los propietarios de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, en el Juzgado 35 de Madrid son desvío de fondos públicos, estafa procesal y delito fiscal. En su día, el titular del juzgado encargó un informe a la Agencia Tributaria, informe que adelantó Hispanidad y que concluyó con las siguiente acusación: Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, es decir, Air Comet, tenedoras vía otra instrumental, Interinvest- de las acciones de Aerolíneas Argentinas (ARSA) había eludido el pago al fisco español de 100 millones de euros (más otros 9 de su socio, entonces presidente de ARSA, Antonio Mata Ramayo). Naturalmente, Ferrán y Pascual lo negaron y auditores nombrados por ellos emitieron un contra-informe. La acusación particular, dirigida por el letrado Rafael Caro, pidió que el juez solicitara un nuevo informe al perito Carlos Navas, informe al que también ha tenido acceso Hispanidad.
Pues bien, Navas no sólo se ratifica en las afirmaciones anteriores, sino que las amplía. El informe concluye que Díaz Ferrán y Pascual son culpables de desvío de fondos públicos por 329 millones de dólares y mantiene el impago a la Hacienda pública por valor de 121 millones de euros, además de recalcar la falsedad en los documentos aportados y, en un lenguaje particularmente duro, asegura que el informe presentado a instancia de parte, por el actual presidente de la CEOE es de dudosa veracidad.
¿Por qué el desvío de fondos pasa de los 300 millones de dólares de los que ya estaban imputados Pascual y Ferrán a 329? Pues porque, en el curso de la investigación, se ha sabido que la SEPI regaló otros 29 millones de dólares a Marsans-Air Comet para pagar deudas de Aerolíneas, de los cuales se desviaron 20, ingresados en una cuenta de Interinvest (instrumental de Marsans)- en una sucursal del Deutsche Bank en Málaga. Fondos de los que dispuso su socio, Antonio Mata Ramayo como apoderado de la instrumental Interinvest. No es de extrañar, con los antecedentes que éste ya posee en España, y que motivarían más tarde la resistencia del Gobierno argentino a otorgar rutas aéreas a este personaje. Mata, socio de Ferrán y Pascual, solicita estas rutas en Argentina para una sociedad por él creada, Air Pampas, que como ahora se demuestra, se nutre de fondos de dudosa procedencia.
El vuelco en el caso Aerolíneas llega en un momento especialmente delicado para el presidente de la CEOE, ahora sí, enfrentado al Gobierno Zapatero por la ruptura del diálogo social y por la situación crítica que atraviesa la propia Air Comet, a la que parece no alcanza ningún regalo gubernamental para encausar.
Ahora mismo, el grupo Marsans, especialmente Air Comet, no atraviesa su mejor momento. Una sentencia en contra por esas cantidades podría significar la puntilla y complicar la ya de por sí compleja sucesión en el grupo, por las malas relaciones entre los herederos de Ferrán y los Pascual.
Además, la precitada cuenta del Deutsche en Málaga, de la que presuntamente dispuso Antonio Mata, ex presidente de Aerolíneas Argentinas, pueda ahondar en las ya muy deterioradas relaciones de Díaz Ferrán y Pascual con su antiguo socio.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com