El único parador que cerrará sus puertas totalmente es el de Puerto Lumbreras (Murcia)La dirección y los sindicatos de Paradores de Turismo han cerrado un acuerdo para llevar a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) que contempla 350 despidos, la misma cifra que se recogía en la última oferta de la cadena hotelera pública, que inicialmente contemplaba 644 despidos, con la novedad de que se abre la posibilidad de que los trabajadores se puedan acoger voluntariamente. A resultas de las negociaciones, la indemnización por despido ha sido incrementada hasta los 25 día de salario por año de servicio, con un máximo de 20 mensualidades.

El único parador de la red que cerrará sus puertas totalmente es el de Puerto Lumbreras, como estaba previsto en la última oferta de la empresa, que inicialmente también planteó los cierre de Ferrol (La Coruña), Verín (Orense), Albacete, Ayamonte (Huelva), Manzanares (Ciudad Real) y Teruel.

A la vez, 27 centros sufrirán cierres parciales por periodos de dos, tres o cuatro meses frente a los cinco meses que Paradores planteó inicialmente. Según el presidente del comité intercentros, Enrique Sánchez-Camacho, con esta menor duración, los trabajadores no consumirán tiempo de la prestación por desempleo.

En cuanto a los cierres de restaurantes de Paradores, Sánchez-Camacho ha dicho que finalmente serán trece, aunque en los establecimientos que se vean afectados por esta medida se va a ampliar la oferta de cafetería y de las tabernas de restauración.

En el acuerdo alcanzado entre sindicatos y empresa se recogen medidas de flexibilidad laboral, con la elaboración de un calendario de turnos, horarios y días de descanso con un mes de antelación; 400 trabajadores verán reducida su jornada laboral en un 25%, y se eliminan algunos complementos salariales y retribuciones variables, y los dos días de asuntos propios de libre disposición que tenían los trabajadores.

Paradores es un emblema del turismo en España, que permite disfrutar del enorme legado histórico-artístico de nuestro país. Por eso, es de celebrar este acuerdo que evita, gracias a las negociaciones y a la flexibilización de las partes, su jibarización. Y ver jibarizado uno de los emblemas de la marca España no era buena idea.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com