Lo que se tarda en hacer un informe. Figúrense, que la reforma del aborto del Partido Popular se planteó a comienzos de legislatura y casi tres años después el ministro Gallardón aún no ha recibido todos los informes necesarios -la mayoría, de instituciones dependientes del Gobierno o ligadas al mismo-.
De hecho, cuando vamos a entrar en el último año de legislatura, no se lo van a creer, el señor ministro ha vuelto a retrasar la entrada no en el Parlamento, no, sino en el Consejo de Ministros, del que saldrá el anteproyecto, que iniciará su camino legislativo por Congreso y Senado, etc., etc., etc. Con un poco de suerte entrará en vigor, y ya veremos cómo, a finales de legislatura.
¿Es una ley de rompe y rasga ¡Por favor! En ese caso no sería del PP. Es una ley que no ha admitido que se plasme según lo había previsto el ministro Gallardón, apenas reducirá los 112.000 abortos que se perpetran en España cada año. Y eso suponiendo que no cedan aún más.
Hombre, tal parece que para este viaje a la vuelta de la esquina no hacían falta tantas alforjas. Pero, eso sí, ha servido para que las feministas, nuestras peores ciudadanas, histericen contra la ley que pretende limitar la libertad de las mujeres. Para eliminar a su hijo, claro.
Como lo de la libertad ya no cuela, ahora se escucha entre abortistas, y abortistos, un segundo argumento: el aborto atenta contra la salud de la mujer. Contra la salud del niño, 'sin en cambio', no atenta, dado que los muertos tienen pocos problemas de salud. Estadísticamente, ninguno.
El aborto es insufrible, lo peor de la sociedad actual. Pero la hipocresía sobre una ley nimia, asimismo inicua, y encima retrasada por un PP cobarde es algo que me molesta un grado más. Mariano, hijo: más vale ponerse una vez colorado que 25 amarillo. Supresión total del aborto y ayuda a la mujer embarazada. Y la ley ya estaría en el BOE hace 30 meses.
Eulogio López
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