A finales de los año 80, Metralla era un grupo de rock que tuvo un gran éxito con su primer y único LP titulado ‘Por tus muertos’, pero que se misteriosamente se disolvió  justo antes de dar su primer concierto. Treinta años después, uno de los componentes de la banda, Miguel, todavía sigue soñando con ser una estrella del rock. Cuando Ordúñez, un famoso comunicador radiofónico del rock, le ofrece dar un concierto en el Palacio de Madrid con la condición de que reúna a los componentes originales de la banda, Miguel intenta conseguirlo.

La idea original de este film no era nada mala. Arrancaba con ese intento de reencuentro. Esas tres décadas han convertido a sus miembros en personas anónimas y en un grupo de perdedores que, sin embargo, intentan de alguna forma salvar ‘los muebles’ con esta nueva aventura musical.  Pero, desgraciadamente, en  esta comedia gamberra  sobran ‘tacos’ reiterativos y falta ‘gracia’. Y eso que en el reparto resulta muy simpático el personaje golferas que interpreta Jorge Sanz mientras que José Mota no acaba de estar cómodo en su cometido de líder ‘escapista’ del grupo.

La película tiene un evidente aire nostálgico de la música que se escuchaba en los años 80 y cuenta con alguna escena realmente graciosa como la que transcurre en un bar de carretera en la que recala, a su pesar, esa banda de ‘colgaos’ y no se saca partido del casting para elegir a un sustituto de ‘El Pollo’.

Para: los incondicionales de José Mota, aunque en esa película no acaba de acertar con su actuación.