Unicaja se apunta a la ‘banca gestoría’ y gana un 18% más hasta septiembre
La falta de seguridad jurídica en la que operan últimamente las entidades financieras aumenta la complejidad de hacer negocio en un mercado cambiante. La reciente sentencia del Supremo, caótica en contenido y, sobre todo, en forma, ha incorporado un grado de incertidumbre superior a la actividad de intermediación. Todo ello culminará, sin duda, en una forma diferente de hacer banca -banca gestoría-, en la que la gestión de patrimonios, en llevar la operativa de las entidades financieras fuera de su balance de situación, será el núcleo central de su actividad, si es que no es ya su principal fuente de ingresos operativos.
En este sentido, Unicaja, que este lunes ha publicado sus resultados hasta septiembre, es un ejemplo más de una entidad mediana, que ha obtenido un beneficio neto de 142 millones de euros en los últimos nueve meses, un 18,4% más que en el mismo periodo del curso anterior. Curiosamente, su fuente de beneficios proviene de una mejora del margen de intereses, una reducción significativa de los gastos de explotación y una reducción de las coberturas y saneamientos del balance, sobre la base, sin duda, de una mejor coyuntura económica. En concreto, su margen de intereses aumenta en más de un 4,6% respecto a 2017, consecuencia de un aumento de la actividad crediticia del banco, lo que ha servido para dar estabilidad a sus ingresos en la parte alta de la cuenta de resultados, y una disminución del coste de financiación apoyado por la aportación realizada por la renta fija. Si a todo ello le sumamos lo obtenido por las comisiones, el total de ingresos suma 615 millones, un 3,2% más que el curso anterior, siendo incluso superior si se considera un perímetro constante (un 4,1%).
Su margen de intereses aumenta en más de un 4,6%, consecuencia de un aumento de la actividad crediticia del banco
La actividad comercial ha sido importante en estos datos, con un incremento de las operaciones en el segmento de particulares y Pymes, así como por un aumento de los recursos fuera de balance gestionados, con especial interés en el sector seguros. En concreto, las operaciones de crédito se han visto reflejadas en una formalización de 2.525 millones de euros, con un crecimiento en Pymes del 27% respecto a septiembre de 2017. En el caso de particulares las nuevas financiaciones se han elevado un 21%, un 20% en el caso de préstamos hipotecarios y un 22% en créditos al consumo. En el caso de operaciones a grandes empresas el importe formalizado ha sido de 641 millones de euros. La captación de recursos gestionados –operaciones fuera de balance– alcanza un volumen total de 56.529 millones de euros, que en el caso de clientes minoristas se sitúa en 50.696 millones, con un incremento del 1,8%. Fondos de inversión, planes de pensiones y productos de seguro crecen un 4,8% en los últimos doce meses, representando el 25,5% del total de los recursos minoristas gestionados. Las cuentas a la vista dentro del sector privado aumentan en un 10,5% hasta un total de 27.023 millones.
Las cuentas a la vista dentro del sector privado aumentan en un 10,5%
Tal y como hemos comentado, los saneamientos se han visto moderados, y durante los primeros meses del año, la aportación realizada ha sido un 63% inferior a lo registrado hace un año, con un total de 77 millones, a lo que hay que sumar la recuperación de saneamientos previos.
Todo lo anterior es evidencia de una mejora de los ingresos típicos del banco y un aumento significativo de los volúmenes de inversión crediticia de nueva producción, una adecuada gestión de costes y, sobre todo, un nivel de riesgo en balance que baja, con una morosidad del 7,5% frente al dato de 8,7% del año anterior, una caída de 1,2 puntos, y una cobertura del 55%. En términos de solvencia presenta una ratio de capital ordinario de primer nivel del 15,6% y de capital total de 15,8%, con aumentos leves respecto al año anterior.