Íñigo Urkullu y Pedro Sánchez, muy amiguitos
El Gobierno ha culminado uno de los pagos prometidos al PNV por facilitar la investidura de Pedro Sánchez: el traspaso de prisiones al País Vasco. Esto supone que el Ejecutivo vasco contará con un amplio margen en todas las decisiones sobre el cumplimiento de las penas por parte de los aproximadamente 1.300 reclusos internados, incluidos los de ETA.
Para justificar esa cesión al chantaje del PNV, el Gobierno ha utilizado la excusa de que se cumple el Estatuto de Guernica. Y el encargado de protagonizar la pantomima fue el ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, quien defendió la “normalidad” de la transferencia de los centros penitenciarios.
El acuerdo también incluye el traspaso de las competencias de transporte por carretera, el edificio Distrito Marítimo de Ondarroa y la gestión del código bibliográfico ISSN.
Y otro de los infames pagos del Gobierno de Pedro Sánchez al PNV ha sido, no lo olvidemos, el traspaso en Navarra de la competencia de Tráfico de la Guardia Civil a la Policía Foral.
Hoy, en La Razón, Jaime Mayor Oreja valoraba la cesión del traspaso de prisiones al País Vasco: “Es un paso más en un proceso, no es una casualidad. Es un proceso que ha derivado en un frente popular en España, que tiene ahora dificultades por un error del frente que demuestra que no es imbatible: la moción de Murcia que luego repercutió en Madrid. Pero no constituye su desaparición y, lo que continúa, es un proceso de ruptura. El traspaso de esta competencia tiene mucha importancia para quienes colideran el frente popular: los nacionalistas vascos y catalanes. Es un paso relevante que lo único que confirma es la existencia de ese proceso”.
“El objetivo fundamental es la aproximación al derecho de la autodeterminación. No estoy dentro del frente, por lo que no sé cómo lo van a ir dosificando. De momento, tienen que superar una crisis que ha supuesto el fracaso del líder de ese frente que es Pedro Sánchez y está en un momento difícil; pero el proceso continúa. La euforia es un mal consejero. Cualquier sentimiento de euforia de los que no estamos por razones obvias en ese frente es absurdo. El frente está ahí, funciona impulsado por País Vasco y Cataluña”, ha añadido Mayor Oreja.