- El presidente, acosado por la presión de sus barones tras el batacazo electoral, no descarta ahora acometer en el futuro cambios en el seno del partido "poco a poco".
- Pero en Hispanidad ya contamos que la presión le viene también de Ana Pastor y José Manuel García Margallo, para echar a Soraya y a Cospedal.
- No obstante, Rajoy, alejado de la realidad, asegura que seguirá cumpliendo "el programa de reformas".
- Cabe recordarle al presidente que reformas como la de las administraciones públicas, la de la justicia o la del aborto duermen el sueño de los justos.
El pasado lunes, el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy (
en la imagen), descartó que vaya a llevar a cabo cambios en el Ejecutivo y en el PP tras los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo. Consideró "incontestable" la victoria del PP en esas elecciones, aunque reconoció que no son los resultados que le habría gustado tener, y, en este sentido, advirtió de que no pensaba refugiarse en que el PP ha sido el partido más votado. "Aspiramos a mucho más. Hay que ser más próximos, más cercanos y comunicar más", expuso Rajoy antes de considerar que los resultados merecen un análisis más tranquilo.
Desde entonces, y por el mal resultado obtenido por el PP el domingo en las elecciones municipales y autonómicas, varios barones anunciaron su retirada, como líderes regionales del PP, como es el caso de Alberto Fabra, José Ramón Bauzá y Luisa Fernanda Rudi, y otros, como Juan Vicente Herrera y Esperanza Aguirre, insistieron en la necesidad de renovación.
Tamaña presión ha debido calar hondo en Rajoy -hombre habitualmente tranquilo y que aparenta que todo le resbala-, pues esta mañana, en los pasillos del Congreso de los Diputados, no descartaba acometer en el futuro cambios en el seno del partido y recalcaba que el PP irá "poco a poco" tomando las decisiones "más convenientes" para ir a las generales de final de año en la "mejor forma posible".
Pero esa presión a Rajoy no le viene solo de los antedichos.
En Hispanidad ya hemos publicado los posibles cambios en el Gobierno y en el partido que baraja Rajoy, a petición de los ministros de Fomento,
Ana Pastor y de Exteriores,
José Manuel García Margallo:
echar a Soraya y a Cospedal, que serían sustituidas en sendas vicepresidencias por ambos dos (Pastor y Margallo).
A partir de ahí, normalidad 'rajoyniana': ahora, ha recordado, se entra en la etapa de constitución primero de las corporaciones locales y después de las comunidades autónomas: "Habrá que ver a qué pactos y a qué acuerdos se llega en aquellos lugares donde nadie tiene una mayoría".
Por otro lado, durante la sesión de control, Rajoy ha afirmado que su Ejecutivo sigue siendo "legítimo y democrático", pese a la caída del PP en las elecciones municipales y autonómicas, y ha garantizado que
seguirá cumpliendo el programa de reformas marcado al principio de la legislatura. Aunque aquí cabe reprocharle al presidente: ¿y qué hay de la reforma de las administraciones públicas, de la justicia o del aborto, por ejemplo?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com