• Rusia ataca desde un submarino al Estado Islámico, mientras los refugiados siguen huyendo de Siria.
  • Y mientras, Jordania bloquea a 12.000 refugiados sirios en su frontera, según HRW.
  • Alemania alcanza el millón de refugiados y se plantea el cierre de sus fronteras.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció que por primera vez ha atacado dos posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria, a través del submarino ruso Rostov del Don, informan agencias. "Podemos asegurar que hemos causado daños muy significativos a los almacenes de munición, a una fábrica para la producción de las minas y, por supuesto, a la infraestructura petrolera del EI", apuntó el ministro Shoigú. Por otro lado, el presidente ruso, Vladímir Putin (en la imagen) subrayó (se podría decir que 'dejó caer') que los misiles del sistema Kalibr podrían ser equipados con ojivas nucleares. No obstante, agregó que confía en que esa medida no resulte necesaria para luchar de manera eficaz contra los terroristas en Siria, informa la agencia RIA Novosti. Y mientras, los refugiados siguen huyendo de la guerra de Siria. La organización Human Rights Watch (HRW) denunció que las autoridades jordanas están bloqueando a 12.000 solicitantes de asilo procedentes de Siria en su frontera noreste, abandonándolos en condiciones deplorables, informa Efe. El Gobierno jordano dijo que sigue recibiendo a refugiados sirios en su territorio pero que debe tener en cuenta su "legítima seguridad". Por su parte, Alemania ha registrado ya la entrada de un millón de solicitantes de asilo este año, según la ministra de Asuntos Sociales del estado federado de Baviera, Emilia Müller. La responsable dio cuenta de esta cifra sólo un día después de que el ministro de Interior, Thomas de Maizière, informará de que hasta finales de noviembre habían entrado en el país como refugiados unas 965.000 personas, recoge Efe. Por eso, Alemania se está planteando el cierre temporal de sus fronteras. Lo que falta es solidaridad del resto de países europeos con los refugiados, que huyen de la barbarie yihadista. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com