- Y todo esto, en mitad de la huida de Abertis para reducir deuda.
- Sólo le queda el 2,5% de la compañía y ha abandonado el Consejo. Adiós a la gran alianza con La Caixa.
- A los hijos y a Tomás García Madrid les sigue preocupando la actitud del ex vicepresidente del Gobierno, empeñado en no soltar lastre.
Juan Miguel Villar MIr (
en la imagen) es el nuevo presidente del patronato de la
Fundación Ortega Marañón. Tal vez ya lo sabían, puesto que la toma de posesión se produjo el 11 de septiembre. Lo que seguramente desconocían es que
el nombramiento iba aparejado a una aportación de cinco millones de euros por parte del nuevo presidente. Miren por dónde, la deuda de la fundación asciende a cuatro millones.
Precisamente,
fue el debate acerca de las posibles soluciones para reducir la deuda lo que propició, en julio de este año, la dimisión de
Eduardo Serra como presidente y la salida de varios miembros del patronato. Además, en México, dos franquicias se disputan su pertenencia a la fundación.
Para entendernos, lo preocupante no es que
Villar Mir sea el nuevo presidente de la
Fundación Ortega Marañón, previo desembolso de cinco millones de euros, sino el momento en el que se produce: en mitad de su huida de Abertis -
adelantada por Hispanidad-, propiciada por su necesidad de reducir la
elevada deuda de la compañía.
Concretamente, tras la venta del 4,4% de
Abertis, anunciada este lunes por la tarde a la CNMV, a OHL sólo le queda el 2,5% de la concesionaria. Que se deshaga de ese 2,5% es sólo cuestión de tiempo. De momento,
ya ha abandonado completamente el Consejo de Administración de Abertis, con lo que dice adiós a la gran alianza con La Caixa.
Lo que realmente les preocupa a los hijos de
Villar Mir y a Tomás García Madrid es que el ex vicepresidente del Gobierno sigue empeñado en no soltar lastre. No lo duden, la salida de
Abertis se ha llevado a cabo muy a pesar de don Juan Miguel.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com