El laboratorio francés Sanofi ganó 12.314 millones de euros el año pasado, así que multiplicó por tres los beneficios del año anterior.

La causa principal de este aumento del beneficio fue la plusvalía obtenida por la venta de acciones de la biotecnológica estadounidense Regeneron.

Excluidos los elementos excepcionales, el resultado neto aumentó un 9,6% en cifras absolutas y un 4,2 % en comparables, hasta 7.347 millones de euros.

Mientras que el resultado operativo de las actividades subió un 9,7% en datos brutos y un 4,4% en equivalentes hasta 9.762 millones de euros.

En cuanto a la facturación, ésta llegó a los 36.041 millones de euros, un 3,3% más, aunque cayó
un 0,2% en datos comparables.

Destaca el buen comportamiento de su medicamento Dupixent, contra el eccema, que facturó 3.534 millones de euros, un 73,9% más que el año anterior.

También crecieron las ventas de vacunas, que sólo en el cuarto trimestre aumentaron un 14,6%, debido principalmente a "una demanda récord" de la de la gripe, por el contexto de la pandemia del coronavirus.

Cabe recordar que la multinacional farmacéutica francesa está trabajando en dos candidatos de vacuna para la Covid-19, y que anunció el pasado diciembre que sus planes para poner en el mercado la que está experimentando junto al británico GSK no se podrá materializar a comienzos del segundo semestre como esperaban, sino que se retrasará al menos hasta el cuarto trimestre.

El consejero delegado, Paul Hudson, afirmó que siguen trabajando en esos proyectos, con nuevos ensayos clínicos que empezarán "en las próximas semanas". Y recordó que han llegado a un acuerdo con Pfizer y BioNTech para fabricar la vacuna que ya comercializan estos competidores en las propias plantas de Sanofi.

Sanofi se hizo con Rousell-Uclaf, vía Hoescht, el laboratorio francés que inventó la píldora abortiva RU-486.