El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha participado este lunes, en París, en el 60 aniversario de la OCDE

¿Y qué ha dicho el presidente?

El típico discurso manido trufado de vocablos ‘progres’ tipo ‘sostenibilidad’, ‘multilateralismo’,  ‘paradigma’ y ‘cambio climático’, entre otras.

Así, por ejemplo, ha dicho: “Nos encontramos en un momento crucial de nuestra historia en el que la idea de que el crecimiento económico llega a todos los sectores de la sociedad de forma automática ha quedada desacreditada”. “En todo el mundo desarrollado estamos presenciando un adelgazamiento de la clase media, con condiciones cada vez más precarias para los trabajadores manuales o para aquellos contratados a través de plataformas, además de una creciente polarización en términos de ingresos y riqueza”.

“Este contexto requiere un nuevo modelo de crecimiento que combine igualdad de oportunidades, incluyendo igualdad de género, cohesión social y territorial, innovación tecnológica y sostenibilidad del medio ambiente. Mi Gobierno está totalmente comprometido con estos objetivos, que representan los cuatro ejes de nuestros planes y políticas de recuperación y que también guiarán las políticas y acciones de la UE para los años venideros”, ha añadido Sánchez.

Sánchez pidió un aplauso bastante cursi para su secretario general,  Ángel Gurría

“La organización (OCDE) se ha esforzado por alcanzar este objetivo formulando estándares, proporcionando orientación sobre las políticas de sus países miembros y, principalmente, impulsando el multilateralismo”, ha proseguido.

En ese sentido, Sánchez ensalzó a la OCDE en su papel de "reforzar la acción multilateral" que es "clave" para apuntalar ese nuevo paradigma. Y pidió un aplauso bastante cursi para su secretario general,  Ángel Gurría. “Bajo el liderazgo del secretario general Gurría, nuevos temas, como la digitalización, el crecimiento inclusivo y el cuidado del medioambiente, han irrumpido en el discurso de la OCDE y, a través de este, en el de otras instituciones internacionales”.

“Mi Gobierno está firmemente comprometido con invertir esas tendencias. Hemos incrementado el salario mínimo, introducido una Renta Mínima Vital para familias vulnerables y puesto en marcha el trabajo a tiempo reducido, así como planes de suspensión de empleo para proteger los puestos de trabajo durante la pandemia y después de ella. Estamos reformando nuestro sistema educativo para hacerlo más inclusivo y trabajando para erradicar la diferencias de oportunidades y salarios entre hombres y mujeres. Y nos disponemos a adoptar el presupuesto más ambicioso, social y progresista de la historia de mi país”, ha dicho Sánchez, sin despeinarse.

Lo de que “estamos reformando nuestro sistema educativo para hacerlo más inclusivo”, que se lo pregunten a los padres de familia de toda España que están saliendo a la calle para manifestarse contra una ley de Educación, la ley Celaá de este Gobierno comunista, que ataca directamente la libertad de educación a la que tienen derecho ellos y sus hijos, derecho consagrado en la Constitución española.