- La referida a su ampliación de 7.500 millones de euros con los que Ana Botín inició su mandato.
- Es decir, el 1% del total… para un grupo de bancos encabezados por Goldman Sachs.
- Cantidad un tanto elevada para tratarse de una colocación pactada y acelerada.
- Y ya hay quien llama a una revisión, a la baja, de la tarifas de colocación y aseguramiento.
- Y Goldman Sachs aconseja ahora comprar 'santanderes'.
Cuando
Ana Botín sucedió a su padre, un 10 de septiembre de 2014, lo primero que hizo fue una
mega-ampliación de 7.500 millones de euros, pactada y acelerada. En otras palabras, colocada entre inversores institucionales en 24 horas. Los bancos colaboradores cobraron por ello nada menos que
75 millones de euros, el 1 por 100 habitual.
¿Habitual? No tanto. No se trataba de una colocación asegurada y, sobre todo, se trataba de colocar esa cantidad entre
inversores institucionales. Fue entonces, precisamente, cuando se dijo que el
Santander se había echado en manso de los fondos.
Ahora bien,
75 millones de euros por una negociación sin riesgos, sorbe todo dadas las demasiado buenas condiciones otorgadas a la banca en la sombra, llaman la atención. El coste del 1% es, cuando menos, discutible. Es la polémica, desde entonces reavivada, sobre el coste de colocación y de aseguramiento de operaciones, sobre todo de lo primero.
Y ahora resulta que
Goldman Sachs, director de la colocación, es decir, el banco que mayor tajada obtuvo de la colocación,
recomienda comprar 'santanderes'. Sí, hay mucho que revisar.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com