Las fuerzas estadounidenses en el nordeste de Siria se retirarán de la zona y despejarán el camino para un previsible ataque turco, según dijo el domingo la Casa Blanca, lo que supone abandonar a los combatientes kurdos que lucharon junto a las fuerzas estadounidenses en la larga batalla para derrotar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), recoge Univisión.

En efecto, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza de combatientes kurdos y árabes, ratificaron en un comunicado que las "fuerzas estadounidenses se retiraban de las zonas fronterizas con Turquía" mientras que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) confirmó un retirada de las tropas de Estados Unidos de posiciones clave en la zona (Ras al Ain y Tal Abyad).

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lleva meses amenazando con lanzar una ofensiva militar contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria, a las que considera una amenaza para su país. Legisladores tanto republicanos como demócratas han advertido que permitir el ataque turco enviaría un preocupante mensaje a los aliados del país en todo el mundo.

"Turquía pondrá pronto en marcha su largamente planeada operación en el norte del Siria. Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos no apoyarán ni se involucrarán en la operación", dice un comunicado de la Casa Blanca difundido por la secretaria de prensa, Stephanie Grisham, en el que no se menciona a los kurdos.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lleva meses amenazando con lanzar una ofensiva militar contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria, a las que considera una amenaza para su país

"Las fuerzas de Estados Unidos, tras derrotar al "califato" territorial del grupo Estado Islámico, ya no estarán más en el área inmediata", añade la nota emitida tras una conversación telefónica del presidente de Estados Unidos Donald Trump con su homólogo turco Erdogan.

Hay unos 1.000 militares estadounidense en la región, y un alto cargo del gobierno dijo que se retirarían de la zona y quizá del país, si se abren combates generalizados entre fuerzas kurdas y turcas.

La decisión es una muestra patente del interés de Trump por poner fin al despliegue de tropas estadounidenses fuera del país, una de sus principales promesas de campaña. Pero su objetivo de conseguir retiradas rápidas de Siria, Irak, y Afganistán ha chocado con las preocupaciones de autoridades estadounidenses y aliados del país sobre los peligrosos vacíos que dejaría su marcha.

En un comunicado, la comandancia de las FSD denunció que Washington "no acató sus compromisos" asumidos con los kurdos.

Asimismo, advirtió de que "la operación militar turca tendrá grandes efectos negativos sobre la guerra contra EI y destruirá los logros de seguridad en los últimos años", en los que las FSD han derrotado a los extremistas en los territorios bajo su influencia.

"Nuestras fuerzas no dudarán a la hora de defenderse a sí mismas. Llamamos a todos los grupos (étnicos), árabes, kurdos y asirios, a que estén en nuestras filas para defender a la patria de la invasión turca", agregaron las FSD, en referencia a todos los sirios que habitan la áreas de mayoría kurda.

Algunos de los líderes del grupo Estado Islámico que han sobrevivido podrían regresar, según las FDS, y amenazaría también las cárceles y los campamentos que ellos dirigen y que albergan a numerosos yihadistas y sus familias.