Restaurantes Umai, Mimolet, Índigo, Divinum, SiNoFos y Cal Ros en Girona, que participan en la prueba pilogo 'Obrir Girona', con certificados para comensales negativos de Covid-19
En el diario Expansión se publica una entrevista con José Andrés, vicepresidente de Moderna, el fabricante de una de las dos vacunas ARN Mensajero.
Ni una alusión a la utilización de células embrionarias humanas, ni preguntar por ello, oiga. Y eso que las vacunas ARN son sintéticas y sólo han utilizado líneas celulares vivas en la etapa de confirmación, que no en la de producción.
AstraZeneca para todos... y el chollo de AstraZeneca que multiplica sus beneficios
Peor es lo de AstraZeneca claro está, la reina en utilización original de cultivos celulares procedentes de aborto. Como recuerda hoy Hispanidad, se han forrado con la vacuna Covid. ¿Qué mas da que no hayan cumplido los plazos, que haya provocado más efectos secundarios que las demás, que le haya tomado el pelo -¿Sobornado?- a Europa y, por tanto, a España? El caso es seguir fabricando lo que sea y venderlo al mejor postor, algo sencillo en un mundo paralizado por el terror al virus.
Y por cierto, la ministra de Sanidad, inefable Carolina Darias, siempre a la búsqueda de evidencias científicas, no decide si los vacunados con la primera dosis de AstraZeneca deben ponerse la segunda dosis. Sencillamente, espera a tener vacunas suficientes. La salud del ciudadano es secundaria.
Lo de Girona, ahora mismo, es ciencia ficción, pero tiene toda la pinta de que puede acabar siendo ciencia, mejor, flagrante realidad
En cualquier caso, la noticia es que, a partir del 9 de mayo, fin del Estado de Alarma, cada Comunidad Autónoma, más el propio Gobierno, más las ciudades de Ceuta y Melilla, impondrá sus propias restricciones a los ciudadanos, Es decir pasaremos de un tirano a 18 más dos plazas norteafricanas. Y esto es formidable: porque encima el miedo sigue presente y nadie dirá ni 'mú' a este liberticidio rampante. Aquí no hay diferencia entre izquierdas y derechas: con matices, todos están igualmente muertos de miedo.
Por cierto, reparen en lo que envía esa gran analista de la actualidad llamada Cristina Martín Jiménez.
Nos habla de un sistema de control de los restaurantes en Girona, antes Gerona. Dos conclusiones:
1.Que si te niegas a vacunarte, y con la vacuna que decida la ministra Darias y don Pedro Sánchez, por el momento, yo me he negado, te convierte en un paria: no podrás ir al cine, ni viajar, ni estudiar, ni entrar en un restaurante. La cosa no ha hecho más que empezar. Pero eso ya lo teníamos claro.
Pero ojo con lo que apunta Cristiana: no es para hoy, ni lo de Girona lo implica, pero sí lo presupone. Al final, no las vacunas pero si la vacunación forzada y la chifladura Covid, supondrá que ese poder posea una base de datos biométrica sobre cada ciudadano. Y eso no supondrá la pérdida de privacidad sino la supresión de la intimidad. Y, de postre, que te tengan controlado, no por lo que haces sino por lo que eres, al menos, por tu propio cuerpo.
Y eso da que pensar.