• La puntuación de solvencia era del 7,4, no del 7,8, tras la excepción hecha la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
  • Incluyó los beneficios de la venta de su participación en el banco chino Hua Xia, que aún no ha terminado.
  • Y a Caixabank, sin embargo, no se le permitió incluir las ventas de activos extranjeros por 2.650 millones a Criteria.
  • Consecuencias: la situación de Deutsche Bank es peor de lo que se pensaba... y con el BCE dispuesto a echarle una mano.
  • Bruselas confía en la solidez del sistema financiero europeo, dice comisario Moscovici, pero "está atenta al Deutsche Bank".
  • Qatar, primer accionista desde 2014, también quiere ayudar y estudia aumentar su participación al 25%.
Ha sido el diario Financial Times el que ha dado la última nota de color, es lunes, sobre el primer banco germano, el Deutsche Bank, de cuya evolución están pendientes dentro y fuera de Alemania, Bruselas, el Gobierno de Merkel y, por supuesto, los mercados. El apunte de última hora es que hasta la familia real qatarí estaría dispuesta a ayudar a Deutsche Bank, en el que ya tiene un 10% desde 2014, que podría aumentar ahora al 25%, según Bloomberg. El diario británico informa que recibió un trato de favor en los test de estrés, conocidos en julio… y ahí empiezan los agravios. Con Caixabank, dice también, no fue así. Las consecuencias vuelan sobre las dos cuestiones que se planean: la situación de Deutsche Bank podría ser todavía peor de lo que se pensaba... y el BCE, ya en 2015, estaba dispuesto a echarle mano. La excepción hecha por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), encargada de los test en coordinación con el BCE, permitió a Deutsche Bank que incluyera en los resultados de 2015 la venta de su participación del 20% en el banco chino Hua Xia Bank (por 3.434 millones de euros), gracia que no fue concedida al resto de los bancos evaluados. Esa venta, para más agravio, todavía no está terminada a día de hoy, aunque Deutsche Bank confía en hacerlo este año (no finales de 2015, como está establecido).  Con esa operación, la puntuación de solvencia fue del 7,8, pero sin ella hubiera sido del 7,4 (una mejora de entre 30 y 40 puntos en su ratio de capital CET1). En el caso de Caixabank, la EBA no le permitió contabilizar -y ahora sí está completada- la venta a su holding industrial, Criteria, de activos extranjeros por 2.650 millones de euros. Como dice uno de los analistas consultados por Financial Times, el "tratamiento a Deutsche Bank fue confuso" y, añade, con esas "circunstancias", es normal que crezca la "sospecha sobre la veracidad de los resultados de los test de estrés". El resto ya lo conocen. La entidad, que afronta su crisis más dura, ha perdido en el año la mitad de su valor y ahora está pendiente del resultado de las negociaciones sobre la multa de 12.500 millones por su responsabilidad en la crisis de las subprime. La presión es tan grande de que hasta se ha implicado Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas y guardián de la ortodoxia, para salvar de la ruina al gran banco alemán. El Gobierno de Merkel ahuyentó la posibilidad de un rescate, como es lógico, a pesar de los parecidos con la quiebra de Lehman Brothers. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, no ha podido obviar la cuestión este lunes. Ha asegurado que Bruselas está "atenta" a la evolución del banco germano, aunque ha mostrado su confianza en el sistema financiero europeo tras mecanismos como los test de estrés. Rafael Esparza