- "En primer término, la fuente de esta ideología de Estado Islámico, y de otros grupos afiliados a al Qaeda, son los wahabí, que han sido respaldados por la familia real en Arabia Saudita", sostiene el presidente sirio en entrevista con la BBC.
- Y añade que la mayoría de los países que forman parte de la alianza apoya a terroristas.
- De los estadounidenses dice: "Ellos pisotean con facilidad la ley internacional, en este caso nuestra soberanía; así que ellos no hablan con nosotros, nosotros no hablamos con ellos".
- Niega haber atacado a su propio pueblo: "Es una historia infantil que se sigue repitiendo en Occidente".
El presidente de Siria, Bashar al Asad (en la imagen), ha sido entrevistado por el jefe de corresponsales de la BBC en el Medio Oriente, Jeremy Bowen.
El contexto es el avance del yihadista Estado Islámico en grandes porciones de Siria e Irak el pasado año y la intención expresa de crear un "califato" en la región y la guerra que libra Siria contra ellos y los grupos islamistas opositores al régimen de Bashar al Asad.
En esa entrevista, el presidente sirio descartó la posibilidad de que su gobierno se una a la coalición internacional liderada por EEUU en contra del autodenominado grupo yihadista Estado Islámico. Y dijo que no ha establecido cooperación directa con la coalición desde que comenzaron los ataques aéreos en Siria el pasado mes de septiembre.
El presidente sirio sostiene que la mayoría de los países que forman parte de la alianza apoya a terroristas. "Definitivamente no podemos y no tenemos la voluntad y no queremos, por una simple razón: porque no podemos estar en alianza con el país que respalda el terrorismo", dijo Al Asad en referencia a Arabia Saudita.
"En primer término, la fuente de esta ideología de Estado Islámico, y de otros grupos afiliados a al Qaeda, son los wahabí, que han sido respaldados por la familia real en Arabia Saudita".
Bowen preguntó si hay comunicación con los estadounidenses o si los aviones de ambos países vuelan en coordinación. "No, porque ellos no hablan con nadie, a menos que sea con un títere. Y pisotean con facilidad la ley internacional, en este caso nuestra soberanía. Así que ellos no hablan con nosotros, nosotros no hablamos con ellos", asevera Al Asad. En todo caso, reconoce que la comunicación se produce "mediante una tercera parte –más de una parte– como Irak y otros países. A veces ellos transmiten mensajes, mensajes en general, pero no hay nada táctico".
Al Asad dice que estaban al tanto de la campaña de la coalición antes de que ésta comenzara, pero no conocían los detalles. Y reitera que no hay diálogo. "Digamos que hay 'información', pero no diálogo".
El corresponsal de BBC le recordó al presidente sirio el escenario actual de su país: está bastante aislado, se enfrenta a sanciones, está impedido de participar en buena parte del comercio mundial y con una población que ni siquiera puede utilizar tarjetas de crédito.
¿No podría aprovechar la situación de la coalición en Siria para unirse de nuevo al concierto de las naciones de una manera que Al Asad no ha visto desde 2011?, cuestiona Bowen.
"No estamos en contra de cooperar con ningún país, nunca lo estaremos", razona el presidente sirio. "Nosotros no iniciamos este conflicto con los otros. Ellos lo iniciaron, ellos apoyaron a los terroristas, les dieron el paraguas. No se trata de aislar ahora a Siria; se trata de un embargo a la población siria, a los ciudadanos sirios. Es distinto de aislamiento... completamente distinto", dice Al Asad.
Bashar al Asad ha sido acusado en distintas ocasiones de crímenes de guerra y de atacar a su propio pueblo. El pasado 30 de enero, en su informe de derechos humanos de 2015, la organización Human Rights Watch dijo que las fuerzas leales al mandatario sirio "atacaron deliberada y despiadadamente a civiles en zonas de predominio opositor, utilizando armas de forma indiscriminada, notoriamente bombas de barril".
Para Al Asad se trata de una "historia infantil que se sigue repitiendo en Occidente". "Infantil", reafirma el presidente y se explica: "Si alguien que está en contra de su propio pueblo y en contra de los poderes regionales y de los grandes poderes de Occidente, sobrevive, ¿cómo puede suceder?".
Al presidente sirio la "lógica común, el sentido común" le dice que si una persona mata al pueblo sirio, ellos o apoyarán a esa persona o se volverán en su contra. "Si usted tiene el respaldo del pueblo, eso significa que usted está defendiendo al pueblo. Si usted mata al pueblo, éste se pondrá en su contra. Es lógica común".
En cuanto a las bombas de barril, Al Asad niega su existencia.
Siria está en ruinas, cientos de miles de personas han muerto. ¿Hasta qué punto Bashar al Asad, como comandante en jefe, asume una responsabilidad por esto?, pregunta el corresponsal de la BBC.
Al Asad responde que "de acuerdo con la Constitución y con la ética", su trabajo es defender al país cuando se encuentra bajo ataque y no huir. "Es lo que hemos estado haciendo".
Según Naciones Unidas, entre 2011 y 2014 la guerra civil acabó con la vida de 191.300 personas.
Al Asad habló a la BBC sobre el dolor de las miles de familias golpeadas por el sufrimiento, la muerte y el desplazamiento. "Eso es algo con lo que tenemos que vivir cada día, sean de oposición, del otro lado, o sean partidarios. Vives con eso. Somos humanos, vivimos con las víctimas, con los asuntos de la muerte a diario", razona.
"He perdido a miembros de mi familia, he perdido amigos, he perdido gente que trabajaba conmigo. Es algo con lo que vivimos cada día, con dolor".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com