La próxima Junta de Accionistas de Telefónica -viernes 7 de junio- se prevé tranquila, dentro de lo que cabe. No hay ajustes de personal en marcha y los resultados de la compañía siguen una tendencia ascendente. Incluso la cotización parece respirar un poco, aunque no tanto como le gustaría a José María Álvarez-Pallete.

Será después de la asamblea cuando el presidente de Telefónica aborde la sección de vídeo, su asignatura pendiente en la operadora. Dos opciones encima de la mesa: convertirla en una televisión generalista o dejarla como una plataforma de contenidos de ficción. La decisión es de vital importancia por cuanto el modelo actual -ser generalista y plataforma al mismo tiempo- no es viable.

Los directos son carísimos y, para una televisión de pago, imposibles de rentabilizar

Para entendernos: optar por ser generalista supone competir con Antena 3 y con Telecinco e implica, sobre todo, la inversión de millones y millones de euros. Los directos (concursos, late-shows, etc.) son carísimos y, para una televisión de pago, imposibles de rentabilizar. Y eso sin contar con el desembolso millonario que supone adquirir los derechos de retransmisiones deportivas, principalmente el fútbol. Jugar a TV generalista sale demasiado caro. Para que se hagan una idea, la audiencia actual del canal #0 no alcanza ni el 0,5%.

Por lo demás, no hay previstos cambios en el Consejo de Administración ni en el equipo directivo

En otras palabras, la única opción de Pallete es convertir la sección de vídeo en una plataforma de contenidos de ficción que podría seguir un modelo 90-10, esto es, 90% de producción ajena y solo un 10% de producción propia. Lo más espinoso: supondría acabar con todo el montaje cuya cabeza visible es Andreu Buenafuente y que el martes presentó, junto al resto de presentadores, Movistar+ Lite, la nueva OTT de Telefónica que se puede contratar sin ser cliente de la operadora por 8 euros al mes. Sí, Pallete no tendrá fácil reconvertir la sección de vídeo.

Por lo demás, no hay previstos cambios en el Consejo de Administración ni en el equipo directivo. Mientras, todos siguen pendientes del acuerdo entre Huawei y Trump. Los chinos tendrían que ceder patentes de 5G y compartir mercados con las europeas Nokia y Ericsson. Y, al fondo, Google, que mantendrá su presión.