Naturgy sale, por fin, de Egipto… y lo hace con 600 millones de dólares (unos 498 millones de euros) en efectivo y algo menos de la mitad en activos fuera de dicho país árabe (la mayoría excepto las actividades comerciales de Unión Fenosa Gas -UFG- en España). Unos términos muy similares a los pactados el pasado febrero, aunque no se pudo materializar por no darse ciertas condiciones y por la pandemia del coronavirus.

La energética que preside Francisco Reynés ha puesto fin a un conflicto que se prolongaba desde 2012 y que llegó a acabar en los tribunales de arbitraje internacional (hubo un laudo del Ciadi a favor de UFG por 2.000 millones de dólares -unos 1.661 millones de euros-). En concreto, vende su participación en la planta de Damietta; rescinde su contrato anual de aprovisionamiento de unos 3,5 bcm (es decir, 3.500 millones de metros cúbicos) para suministrar a sus ciclos combinados en España, que acababa en 2029; y sale de Unión Fenosa Gas (UFG), empresa conjunta que tenía al 50% con la energética italiana ENI.

El acuerdo “supone un avance claro en la simplificación y reducción de la exposición de la compañía”, ha señalado Reynés. Así, Naturgy reduce riesgo y puede centrarse, como se recogía en el plan estratégico 2018-2022, en los negocios que maximicen la creación de valor a largo plazo para todos sus stakeholders (interesados), además, conviene recordar que ahora su foco está en negocios de países “con monedas fuertes (euro, dólar y libra esterlina)”, como ha comentado el presidente y CEO hace poco más de dos semanas, cuando vendieron las redes de electricidad de Chile por 2.570 millones.

El acuerdo en Egipto supone valorar UFG en unos 1.500 millones de dólares (unos 1.245 millones de euros al tipo de cambio actual, algo menos que en febrero). De estos, unos 996 millones de euros corresponden a los activos de Egipto y el resto (unos 249 millones), a los que están fuera de dicho país árabe.