Según la Administración, el gobierno de Pedro Sánchez adeuda a la abadía del Valle de los Caídos algo más de 300.000 euros. Por de pronto, toda la asignación del Valle de los Caídos correspondiente al ejercicio 2018.

Nunca se había producido este retraso, sobre todo habida cuenta de la labor de conservación, centro educativo, etc, que realizan los benedictinos de la zona y que contribuye no poco, más que nada, a mantener el conjunto, propiedad de patrimonio en las adecuadas condiciones.

Al parecer, el plan consiste en desenterrar al Franco muerto y matar al cura vivo, al menos hacerle pasar apuros a fin de mes. Un plan muy astuto.