¿Recuerdan la trilogía de la Fundación, obra del norteamericano Isaac Asimov? En ella, los avances de una perfeccionadísima ciencia psico-social, permitía predecir el futuro con total exactitud. Pero con el trascurrir de los siglos, algo ocurre: surge un mutante, un ser impredecible por dicha ciencia, que trastoca todas las predicciones. Pues bien, dentro de las predicciones progres, del plan del Nuevo Orden Mundial (NOM) para la humanidad, dentro, en suma, de los designios de las nueva masonería norteamericana, el mutante se llama Donald Trump. Con menos votos populares que Hillary Clinton se coló en la Casa Blanca y el Nuevo Orden Mundial (NOM) no se lo ha perdonado. Ha trastocado todos los planes previstos y, por tanto, debe ser eliminado. No de forma violenta, claro, el NOM actual todavía no se atreve a hacer eso con los presidentes norteamericanos, sino echándole por métodos muy democráticos: el primero hacerle aparecer ante la opinión pública como un ultra.

Atentados sin daños, bombas caseras, localizadas a tiempo… y, aunque hubieran estallado, difícilmente hubieran resultado mortales

Y es que los explosivos dirigidos contra líderes del partido demócratas, y contra los expresidentes Obama y Clinton resultan más que sospechosos. ¿No habrá sido el propio NOM quien se ha enviado autobombas perfectamente controladas para no provocar daños y poder acusar, con la simple fuerza de los hechos y la alarma social, a Donald Trump? Primero todos contra el partido demócrata, segundo localizadas la instante, tercero, aunque alguna hubiera estallado no habrá logrado su objetivo y difícilmente habrían sido letales. Una de dos: o son autobombas preparadas para crear mártires progres o bien se trata de un loco, pero me parece demasiado simple para un demente, si nos atenemos a que un loco no es aquel que ha perdido la razón, sino aquel al que solo le queda la razón.

En cualquier caso, bombas caseras que, probablemente, supuesto y no admitido que pudieran haber alcanzado sus objetivos, no habrían matado a los hombres-NOM: Barack Obama, Bill y  Hillary Clinton. Y la cosa va a más, pues el cuartel general de la CNN ha tenido que ser evacuado al encontrar en el edificio otro de los paquetes sospechosos, según recoge Infobae.

Al final, el mensaje de los explosivos es muy claro: Trump es un ultra capaz de todo. Hay que echarle

En cualquier caso, han logrado su objetivo: elevar la tensión política y social y justificar, esta es la calve, cualquier forma para echar a Donald Trump de la Casa Blanca. Por ejemplo, toda la ideología de género, pieza clave del NOM, puede irse a la porra si Trump, un hombre con muchos defectos pero medianamente coherentes con el derecho a la vida se empeña en que los niños son niños y las niñas, niñas, se empeña en suma, en terminar con la ideología de género, pieza clave del paradigma NOM. 

Pero lo más sospechoso de todo es la bomba contra George Soros, porque  otorga a estos presuntos atentados un significado moral. El gran filántropo masón es el gran financiador (no con su dinero, sino con dinero de la masonería internacional) de cualquier movimiento anticristiano y antioccidental.

Insisto: ¿seguro que no estamos hablando de autobombas demócratas contra el republicano Trump?