Si me pinchan no sangro. Alguno más se debió quedar helado -espero- durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario del viernes 27. Dos días antes, Gabriel Rufián había exigido al Gobierno que suprimiera el despido. Así, por el artículo 33. En la sede de la CEOE la petición fue acogida con una sonrisa de conmiseración: Este Rufián…

Pero lo que pocos podían sospechar es que la amenazante pesadilla del indepe catalán fuera acogida y aprobada por el Consejo de Ministros socio-podemita.

Pero así ha ocurrido. La ministra comunista Yolanda Díaz, mujer de palabra suave quien, con idéntica suavidad y fineza, dirigiría un Gulag, dio muchas vueltas para decirnos que el Gobierno había decidido prohibir el despido, así por el artículo 33… porque le venía en gana. O sea, que el disparate de Rufián se ha hecho realidad.

La ministra comunista Yolanda Díaz aprovecha el coronavirus para lanzar el mayor ataque contra la propiedad privada de toda la historia democrática

Empezando por el final, hay que recordar que la parálisis económica, la que ha situado la borde del abismo a pymes y autónomos, que serán los más perjudicados por el despido prohibido, ha venido provocada por el mismo Gobierno que ahora les obliga a no despedir. Oiga, doña Yolanda: ¿Y si no tienen dinero para pagar los sueldos debido a que el confinamiento gubernamental les ha dejado sin clientes y sin trabajo? Pues que se arruinen y respondan ante los tribunales.

Un periodista (por cierto, ¿por qué se quejan tanto los ministros de los periodistas mientras cantan las excelencias de su propio esfuerzo?) hizo la pregunta adecuada:

¿Y qué pasa con las empresas que ya han despedido trabajadores, se supone que hasta 1,3 millones (aunque aquí se cuentan los ERTES)? Pues que son los listos, los que no hicieron caso del presidente del Gobierno cuando, cinco días atrás, pedía a los empresarios que no despidieran trabajadores. Eso os pasa por confiar en el presidente, pringaos.

Los profesionales o autónomos fueron los que no se fiaron del presidente y despidieron trabajadores antes del viernes. El resto, unos pringaos

Y por cierto, suprimir el despido por causas objetivas no perjudicará a la gran empresa: perjudicará a los microempresarios, a los profesionales y a los autónomos con asalariados a su cargo.

En resumen, la ministra comunista Yolanda Díaz ha aprovechado la pandemia del coronavirus para lanzar el mayor ataque contra la propiedad privada de toda la historia democrática. Sí porque prohibir el despido es un atentado contra la propiedad privada, sin la cual, ni hay libertad ni hay democracia.

Y la ministra-portavoz asegura que el Gobierno está estudiando más restricciones de la libertad. O sea, que lo hará

La guinda: la ministra-portavoz, María Jesús Montero asegura que el Gobierno está estudiando más restricciones de la libertad. O sea, que esto del confinamiento y de la arresto domiciliario no ha hecho más que empezar en duración y en intensidad.