• Converso de la digitalización aseguró que su banco podría funcionar con 1.000 oficinas.
  • Ahora mismo tiene 3.400. Es decir, que supondría cerrar 2.400 sucursales, más de dos tercios del total.
  • Decirle esto a la plantilla más tensionada del sector no parece muy inteligente.
  • El equipo de imagen del BBVA se pasó todo el día intentando 'desfacer el entuerto'.
  • Un lapsus freudiano que no sólo es un horror sino también un error: no es posible.
Es joven, es consultor de origen, es... el consejero delegado, Ceo, del BBVA, Carlos Torres Vila (en la imagen). Converso a la digitalización en la mañana del pasado miércoles perpetraba una metedura de pata digital, y hasta sideral, que se convirtió en la comidilla del sector bancario. Aseguró, entusiasmado, que el BBVA podría funcionar con 1.000 oficinas. De hecho, aseguró que sería la red de sucursales ideal para un banco digital, muy digital. Y ahí ardió Troya. Decirle algo así, aunque sea a título de hipótesis de trabajo a la plantilla más tensionada del sector, que habla de "la locura de FG" y de la PBD ('puta banca digital'), de que hay que cerrar más de dos tercios de la oficinas con la correspondiente pérdida de plantilla, resulta muy fuerte. Porque eso no sólo es un horror, sino un error. A pesar del delirio de FG, ahora contagiado a Carlos Torres Vila, resulta que no es posible cerrar ese número de oficinas sin hundir el BBVA con esas oficinas, presenciales, tan antiguas, las que salvan la cuenta de resultados y pagan las nóminas. Seguro que en un futuro, el de nuestros nietos, la banca es digital pero recuerden: la banca, como cualquier negocio, será lo que quiere el pagano que sea. Y el pagano es el cliente. Los responsables de imagen del banco han trabajado mucho el martes 5 de abril. Constantes llamadas a las redacciones, intentando explicar que Torres Vila no dijo lo que parece que dijo. O sea, que sí que lo dijo. Es que es digital. Eulogio López eulogio@hispanidad.com