Abengoa se ha adjudicados los trabajos de ampliación de una subestación de la central térmica argentina Villa María, de 132 kilovatios. No es la bomba ni arregla mucho, pero es un contrato más que se suma a los otros dos conseguidos en julio, el permiso para la ampliación de una planta de agua en un ciclo combinado de México (450 MW), con Naturgy, y la construcción, con Acciona, de la termosolar chilena Cerro Dominador, de EIG Global Energy.

Obviamente, necesita aumentar más la cartera para engordar los ingresos y que el Ebitda crezca por algo más que el recorte de gastos. No son grandes contratos sino más bien un pasito a pasito de una empresa que sigue estancada en bolsa desde mediados de junio, aunque mantiene el tipo tras la insólita jornada de mayo, en la que la cotización se de las acciones A disparó un 32%, hasta 0,032 euros. Este martes sobrevive entre los 0,28 y los 0,29. Los títulos B siguen sin levantar cabeza desde abril, en los 0,01 euros. A favor, la misma razón que sostiene a las empresas de renovables, que siguen de moda por las expectativas que despierta transición energética en Europa.

No obstante, la ingeniería andaluza que preside Gozalo Urquijo (en la Imagen), sigue sin resolver uno de los principales problemas que inquieta a los inversores: el acuerdo con los acreedores del new money para resarcir a los bonistas que impugnaron el plan de reestructuración.

La cotización sigue plana desde mediados de junio, pero mantiene el repunte de mayo

Sorprendentemente, ese casus belli sigue sin despejarse y lo que es lo mismo: han pasado ya más de dos meses para un acuerdo, que pasa necesariamente por el pago de esa deuda (142 millones). Las negociaciones son los acreedores siguen tras la prórroga vencido el primer plazo, el 31 de mayo. Del acuerdo depende, claro, que no empiecen las reclamaciones por vía judicial, y escapar así del fantasma del concurso.

El acuerdo anunciado este miércoles en Argentina es menor, como decía. La ingeniería será responsable, como explica el comunicado, de la provisión de mano de obra, materiales parciales y equipos necesarios.

Es más interesante, por ejemplo, el acuerdo para la central Cerro Dominador en Chile, la primera que combinará termosolar y fotovoltaica y en la que Abengoa suministrará la tecnología.